Unas 15.000 personas, según la Policía Municipal, han llenado la plaza Constitució de Girona esta noche para protestar contra los encarcelamientos de los líderes de Òmnium, Jordi Cuixart, y la ANC, Jordi Sánchez, y reclamar su liberación. Los líderes de ambas entidades de la ciudad han llamado a continuar "unidos" y a "confiar" para conseguir hacer realidad el resultado del 1-O. La manifestación ha recorrido la Gran Via Jaume I y se ha detenido delante de la antigua subdelegación del gobierno español al grito de "Millo dimisión" y "ni olvido ni perdón". Algunos de los asistentes han dejado velas para después continuar el cortejo hasta el edificio de Correos. Allí, de nuevo, se han gritado consignas a favor de la "independencia" y la "República catalana". La concentración ha terminado en la plaza Independència, donde han cantado Els Segadors.
Miles de personas han respondido al llamamiento y este martes por la noche se han concentrado en la plaza Constitució de Girona para protestar contra las detenciones de los líderes de Òmnium y la ANC y reclamar que se les deje en libertad. El acto se ha iniciado poco después de las ocho de la noche, pero mucho antes la plaza ya estaba llena a rebosar. La primera intervención la ha protagonizado el presidente de Òmnium en el Gironès, Sergi Font, que ha asegurado que la reacción del Estado demuestra que "hemos ganado" y ha llamado a mantener la actitud pacífica.
Font ha dicho también que hay que continuar "unidos" porque es así como, afirma, "nos estamos volviendo indestructibles" y "conseguiremos la independencia". Por su parte, el representante de la ACN, Adam Bertran, ha asegurado que "hay que tener confianza porque vosotros habéis comenzado el proceso y vosotros lo acabaréis". Por eso, ha animado a continuar con las movilizaciones "pacíficas" y con "una sonrisa", como paso previo a hacer realidad el resultado del 1-O.
En el turno de parlamentos también ha participado la USTEC y la exjugadora del UNI Girona, Noe Jordana, ha sido la encargada de leer el manifiesto unitario donde, de nuevo, se han denunciado las detenciones de Cuixart y Sánchez. Unas detenciones que, afirman, "no sólo son injustas sino que también son ilegales". Por todo ello, reclaman la "libertad inmediata" y exigen "justicia".
El acto ha contado con el clamor unitario de los asistentes a favor de la "República catalana" y la "independencia", pero también se han podido oír gritos de "fuera las fuerzas de ocupación" y silbidos a varios dirigentes políticos del PP o de C's. También se han hecho consignas reclamando "libertad".
Después de los parlamentos y de la actuación musical de Adrià Bauzà (que ha interpretado L'Estaca y Els Segadors), los asistentes se han dirigido a la Gran Via Jaume I. La primera parada ha sido el antiguo edificio de la subdelegación del gobierno español, donde algunos de ellos han depositado las velas que han exhibido durante la protesta. También han gritado "Millo dimisión" y "ni olvido, ni perdón". El cortejo ha hecho una nueva parada delante de Correos y, finalmente, la movilización ha terminado en la plaza Independència. Allí y de nuevo, han coreado Els Segadors.
Manifestantes de todos los perfiles La concentración en Plaça Constitució ha vuelto a congregar a gente de todas las edades y clases sociales. En uno de los laterales del punto donde se han hecho los parlamentos, Josep Casanovas explica que había venido desde Salt porque "no se podía estar en casa" ante lo que ha calificado como una "injusticia muy grande". Casanovas asegura que es "optimista por naturaleza" y teme que próximamente habrá que volver a salir a la calle. "Quizás para celebrarlo", remata.
"Tengo una rabia dentro que ya no puedo controlar", asegura Paula Arbat. Esta joven gerundense ha dicho que "cada vez que nos han convocado, he venido". Arbat considera que la situación es "intolerable" y cree que Sánchez y Cuixart son un símbolo de que "se está encarcelando a la sociedad civil" y, ante esto, piensa que "no podemos hacer más que salir a la calle pacíficamente y manifestarnos".
A poca distancia de Arbat, Judith Cassó cree que el encarcelamiento "no es justo". A diferencia de Casanovas, Cassó cree que desde Madrid "están esperando a ver qué pueden hacer y a quién pueden detener ahora".
