1 de cada 3 ciudadanos comete infracciones al desplazarse por las calles de Barcelona

28 de noviembre de 2017 a las 17:39h
El 31% de los ciudadanos –tanto peatones como conductores de coches, motos o bicicletas– realizan maniobras o comportamientos irregulares cuando se desplazan por las calles de Barcelona, según un estudio del RACC que analiza la convivencia entre los diferentes medios de transporte en la ciudad y que se ha presentado este martes. La infracción más extendida es no detenerse completamente en el stop, ya que incumplen la norma el 77% de los coches, el 92% de las motos y el 94,8% de las bicicletas. El estudio también pone de manifiesto que el riesgo de accidente en las calles secundarias es el triple que en las arterias principales de la ciudad, con normas estrictas y una convivencia más ordenada. En la red no básica, la relajación de las interacciones entre medios de transporte provoca más accidentes.
Los motoristas son el colectivo que se siente más inseguro (23%) y a la vez es el que comete un número más alto de infracciones peligrosas, según la 'Auditoría RACC de Convivencia'. También es el que sufre más mortalidad, con 99 víctimas entre 2010 y 2016. La indisciplina de la bicicleta, cuyo uso ha aumentado de forma significativa en los últimos años, es la más elevada, si bien no representa un peligro tan alto de accidente. En los peatones, la sensación de inseguridad disminuye en las franjas de más edad (21%). En cuanto a los coches, destaca su comportamiento irregular, ya que en la red básica las infracciones rondan el 4-5% y se disparan hasta el 30% en las calles secundarias o sin regulación semafórica. Los coches son los más respetuosos con las normas de circulación, pero sus infracciones, las más peligrosas. Convivencia y seguridad La 'Auditoría RACC de Convivencia' analiza el comportamiento de los peatones, ciclistas, motoristas y conductores de coches que circulan por Barcelona para saber cuáles son las infracciones más frecuentes y la percepción de seguridad que tienen los ciudadanos cuando se desplazan, a partir de 1.300 entrevistas de opinión y 15.000 observaciones de comportamiento en diferentes puntos representativos de la ciudad. El director de la Fundación RACC, Lluís Puerto, ha destacado que en los últimos años se están produciendo cambios "muy importantes" en el ecosistema urbano que están afectando a la convivencia en la movilidad, como el aumento del uso de la bicicleta, la movilidad compartida u otros artilugios eléctricos. "Queremos que haya un diseño inteligente del espacio para que Barcelona sea un modelo de convivencia en movilidad", ha afirmado el presidente del RACC, Josep Mateu. La mayoría de los ciudadanos se sienten seguros cuando se desplazan por Barcelona, según el estudio. Cuando se sienten más, es cuando se desplazan en coche (el 79% bastante o muy seguros) y, en segundo lugar, cuando lo hacen a pie (el 71%). Cuando se sienten más vulnerables es cuando lo hacen en moto o en bicicleta. Los ciudadanos afirman que se sienten poco o nada seguros en un 23% de los casos cuando circulan en moto y en un 15% cuando lo hacen en bicicleta. La percepción de seguridad baja en los peatones mayores (uno de cada cinco). Coches, motos y peatones ven a los ciclistas como los más irresponsables El estudio analiza la percepción que tienen los usuarios de un determinado medio de transporte hacia los demás. Un 66% de los conductores de coches consideran que las motos y las bicicletas cometen acciones de riesgo. En cuanto a los motoristas, el 58% de los encuestados identifican a los ciclistas como los que cometen más actitudes de riesgo, mientras que el 48% de los ciclistas consideran que los usuarios de las dos ruedas motorizadas son los que se comportan de forma más peligrosa. Los ciclistas son los que menos acusan al resto de usuarios de actuar de forma peligrosa. Los peatones ven a los ciclistas, en el 59% de los casos, y a los motoristas, en el 58%, como los usuarios que cometen más acciones de riesgo. Indulgentes con uno mismo Los resultados de la encuesta de opinión muestran que los ciudadanos no reconocen las infracciones propias y, en cambio, son muy estrictos con las de los demás. Para la mayoría de los conductores de coches, motoristas y ciclistas, el comportamiento de riesgo más frecuente entre los peatones es caminar por la acera despistados, como por ejemplo mirando el móvil. Ahora bien, sólo un 10% de los peatones reconocen este comportamiento. Saltar el semáforo en rojo es la infracción que los ciclistas cometen con más frecuencia según el resto de usuarios (55%), pero sólo lo admiten el 6%. A los motoristas, la infracción que el resto les atribuye más es adelantar sin espacio o circular en zig-zag (54%), mientras que el colectivo sólo lo admite en un 6% de los casos. Motoristas, peatones y ciclistas consideran que los conductores de coches utilizan el móvil sin manos libres (45% de los encuestados), pero los conductores sólo lo admiten en un 1%. Cruzar distraído o en rojo, la principal infracción del peatón La infracción más frecuente que se comete en Barcelona es no detenerse completamente en el stop, seguida de no respetar el paso de cebra cuando hay peatones cerca y no indicar la maniobra de giro con el intermitente. Según el estudio, los peatones tienen un comportamiento más correcto que los demás usuarios. Su indisciplina se concentra principalmente a la hora de cruzar la calle de manera irregular, una práctica que les puede suponer graves consecuencias. Cruzar el paso de peatones y el carril bici sin mirar y cruzar el paso de peatones en rojo son las infracciones más frecuentes, todas ellas muy peligrosas. Ciclistas con mentalidad de peatón La auditoría del RACC manifiesta que la indisciplina de la bicicleta es bastante elevada aunque en general no representa un peligro de accidente grave (cinco de los once comportamientos más habituales no se consideran peligrosos). Los responsables del estudio atribuyen la alta frecuencia de estos comportamientos a la relativa novedad de la normativa de movilidad ciclista, al reciente acceso de muchos usuarios a la bici como medio urbano habitual y a la mayor flexibilidad en el control de las infracciones. "Como es un sistema nuevo de transporte en la ciudad, hay gente que utiliza la bicicleta con la mentalidad del peatón", ha alertado Mateu. No avisar de las maniobras con el brazo, no detenerse completamente en el stop y no respetar los pasos de peatones son las indisciplinas más habituales. Los desplazamientos en bicicleta sólo representan el 2,7% de todos los viajes internos en Barcelona, pero son los que más crecen, sin tener en cuenta el transporte público, con un incremento del 32,5% entre 2010 y 2015. "Es necesario dotar a la bicicleta de una red de carriles bici buena y segura para todos", ha señalado el presidente del club automovilístico. Motoristas, alta vulnerabilidad e infracciones muy peligrosas Los motoristas representan el segundo grupo que comete acciones irregulares con más frecuencia, con un 36% de indisciplina. En su caso, nueve de los once comportamientos más habituales se consideran muy peligrosos. No detenerse completamente en el stop, no indicar las maniobras con el intermitente, en especial para indicar el cambio de carril y en segundo término para girar, son las infracciones más habituales, todas con un nivel muy alto de peligrosidad. De 2010 a 2016, 99 motoristas murieron en Barcelona en accidentes de tráfico. Son el colectivo más afectado por los accidentes y representa casi la mitad de las víctimas (el 47,5%) por delante de peatones, conductores y ciclistas. Estos comportamientos irregulares, peligrosos tanto para el propio motorista como para los demás usuarios, sumados a que el vehículo puede circular a gran velocidad y a la desprotección, hacen que sea el colectivo con mayor mortalidad de la ciudad. Los coches, menos irrespetuosos en calles secundarias El estudio identifica a los conductores de coche como los más respetuosos con las normas de circulación por una regulación y un control ya establecidos desde hace muchos años, aunque sus infracciones implican más peligro por la velocidad y el peso del vehículo. El comportamiento de estos usuarios es variable según el tipo de vía por el que circulan. En las arterias principales de la ciudad (red básica), las maniobras irregulares no llegan al 5%, pero en las calles secundarias (red no básica), normalmente sin semáforos, las infracciones se multiplican por seis. En estas zonas hay tres veces más accidentes que en la red básica de tráfico. No detenerse completamente en el stop, no respetar el paso de cebra cuando se aproxima un peatón o un ciclista y no indicar el cambio de carril con el intermitente son las principales infracciones de los ciudadanos cuando circulan en coche. Recomendaciones Para incrementar la seguridad de los peatones, el RACC recomienda reforzar los pasos con mensajes de alerta, por ejemplo con marcas viales dirigidas a los conductores; mejorar el diseño de algunos pasos de peatones, con islas centrales que sirvan como refugio, iluminación led o pasos elevados; utilizar elementos de mobiliario urbano para guiar a los peatones a los pasos de cebra y evitar que crucen por fuera, como por ejemplo vallas de vegetación; informar a la población mayor de los riesgos que tienen como peatones e incrementar los tiempos semafóricos donde sea necesario. El RACC insiste en que las personas que circulan en bici deberían tener un seguro obligatorio de responsabilidad civil. Pensando en este colectivo, recomienda impartir cursos formativos en condiciones de tráfico urbano real, ya que no se necesita ningún permiso para llevar una bici; incrementar la vigilancia de conductas incívicas; instalar semaforización propia, aunque sea redundante con la de los turismos; implantar la parada avanzada para ciclistas en los cruces, tal como ahora existe para las motos; completar la red de carriles bici y poner fin a la carencia para circular en acera. Para los motoristas, el club automovilístico pide que el sistema ABS de serie sea obligatorio en todas las motos de menos de 125 cc (actualmente ya lo es para las de mayor cilindrada); controlar el exceso de velocidad; mejorar los sistemas de alumbrado de los vehículos; impartir formación obligatoria para los motoristas con permiso B+3 y canjear multas por formación para determinadas infracciones. Para los conductores de coches, el RACC recuerda que incluir la frenada autónoma de emergencia de serie en todos los turismos incrementaría la seguridad. También recomienda controlar el exceso de velocidad en las zonas pacificadas de la ciudad; controlar el uso del móvil mientras se conduce para reducir las distracciones e incluir formación en materia de seguridad vial y comportamiento en la vía pública para los nuevos conductores. De cara a las administraciones, el RACC recomienda instalar cámaras para controlar que se respetan las fases semafóricas y semáforos adaptativos, con conteo de segundos para los peatones y duración del verde adaptada a la gente mayor. En cuanto a la infraestructura, considera que es necesario mejorar las actuales zonas 30, ya que el comportamiento de los usuarios se relaja mucho en estos entorno, y mejorar el alumbrado de la red viaria, sobre todo en los cruces de peatones y cruces con carril bici. El club automovilístico considera que se debe incidir en educación en seguridad, ética y comportamiento de los conductores y peatones, en ámbitos como en las escuelas o con campañas de convivencia entre la bici y la moto; el peatón y la bici y coche y bici.
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C CIUTAT
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