Vilanova i la Geltrú y Sitges han celebrado esta noche los respectivos entierros del Rey Carnaval como punto final oficial en los actos de Carnaval. Como marca la tradición, el Miércoles de Ceniza ha estado marcado por los colores oscuros, las caras largas y las lágrimas desconsoladas de miles de vecinos que han dicho adiós a una semana de bogey y excesos.
Los villanovenses han podido visitar desde media tarde la Casa Mortuoria ubicada en el Teatro Principal para decir el último adiós a Su Majestad, que ha sido trasladado hasta la plaza de la Vila para leer su testamento y ser incinerado. En Sitges, la capilla ardiente del Carnaval Big Mag Cigalupi ha abierto puertas en el Casino Prado, de donde ha salido la comitiva fúnebre.
Los despojos del Carnaval de Sitges han sido trasladados hasta la playa de La Fragata. Una vez en primera línea de mar, acompañado por una Reina del Carnaval muy apenada, Su Majestad ha leído el testamento y ha querido compartir con los sijetantes un último conjuro: un espectáculo de chispas lo ha hecho desaparecer del escenario, escapándose así de ser calcinado en la hoguera.
Con el Carnaval oficialmente acabado, quien ha cogido el protagonismo es la Vieja Cuaresma, una dama que ha llegado al municipio “para poner cordura a la magnífica semana de excesos y pecados”. Con un breve pasacalles, la Cuaresma ha leído su manifiesto de la Verdura y ha repartido buñuelos de viento azucarados.