Hoy el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado el proyecto de urbanización para hacer frente a la segunda fase de conexión del tranvía, que unirá Verdaguer con Francesc Macià.
Tal y como anticipó la semana pasada en el plenario de julio el alcalde, Jaume Collboni, hoy la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha presentado los detalles de todo el plan.
Según ha explicado Bonet, la intención del consistorio es iniciar las obras en el verano de 2025 y durarían aproximadamente 40 meses. En todo caso, para sacar adelante la segunda fase, será necesario el consenso entre las fuerzas municipales para aprobar los presupuestos del próximo año. “Sin presupuestos no habrá tranvía”, ha dicho Laia Bonet.
En total, la inversión que se contempla es de 114 M de euros, de los que el Ayuntamiento asume más de la mitad.
La conexión total del tranvía podría empezar a ser una realidad a partir del próximo año.
La presentación del proyecto se enmarca también en el pacto que ayer Comunes y PSC hicieron en el marco de una eventual investidura de Salvador Illa.
Por este motivo, la primera teniente de alcaldía ha instado a todos los grupos municipales a ‘construir consensos’.
Especialmente, se ha dirigido a BComú, y ha apelado a la ‘su responsabilidad para votar a favor de las cuentas de 2025’.
“Esperamos que los grupos que han reclamado el tranvía sean coherentes”.
Aparte del entendimiento en el Ayuntamiento de Barcelona, habrá que ir más allá para que las obras se puedan ejecutar. Toda la instalación y la infraestructura tranviaria correrá a cargo de la Autoridad de Transportes Metropolitanos (ATM).
Por este motivo, los consensos también deberán producirse en la Generalitat de Cataluña, ya que será necesario aprobar sus cuentas para que todo esté bien atado.
‘Proyecto ambicioso’
Según ha explicado Bonet durante la rueda de prensa, esta segunda fase de conexión del tranvía supone un ‘proyecto ambicioso‘, ya que aparte de significar un paso adelante con la conexión tranviaria, supondrá también más espacio para los peatones, más verde y espacio ciclable.
En total, según las cifras que han facilitado hoy desde el gobierno municipal, el nuevo tramo será de 2,8 km, y significará una ampliación de 16.000 m² del espacio peatonal, 18.900 m² de áreas verdes y 8700 metros de espacio ciclable.
Los presupuestos municipales serán necesarios para poder aprobar el proyecto y empezar a licitar las obras de urbanización y la instalación de un colector de agua. Según Bonet, su implantación será una infraestructura clave para poder engullenar todas las aguas que provienen de la zona Norte de BCN. Irá desde Girona hasta Francesc Macià, y sin este colector no se podría conectar el tranvía.
Tres fases
La reurbanización supone una inversión de unos 55 millones de euros y comprende tres tramos con actuaciones diferenciadas. En primer lugar, desde Paseo de Gracia hasta Paseo de San Juan. En este recorrido, se dará continuidad al tramo que ya se ha ejecutado en la fase 1, con aceras más anchas, un tronco central con la plataforma tranviaria y un carril bici bidireccional, acompañado de dos carriles de tráfico por sentido a los laterales.
En segundo lugar, de Paseo de Gracia a Francesc Macià, se respetará la reforma de 2015.
Se mantendrán intactas las aceras actuales y sólo se actuará en el tronco central para que la sección dé continuidad al tramo anterior, con el tranvía y la bici en el centro y el tráfico en los laterales.
Y, finalmente, de Francesc Macià a la Avenida Sarrià.
En Francesc Macià se renovarán las aceras de la plaza y el carril bici dará la vuelta a la rotonda.
Y para conectar esta nueva configuración de carriles con la existente de la Diagonal, desde la avenida Sarrià y a la altura de la calle Fra Luis de Granada se prevé implantar un paso de vehículos que redirigirá el tráfico privado en sentido entrada desde el tronco central hacia el lateral lado mar.