Bofarull Codorniu obtuvo un beneficio operativo récord de 39 millones en su año fiscal, entre julio del año pasado y julio de este 2024, mientras que la facturación escaló hasta los 232 millones, un 4% más, y también registró un nuevo máximo histórico.
Así lo ha explicado este miércoles el CEO de la compañía, Sergio Fuster, que se ha marcado un objetivo estratégico de llegar en breve a los 50 millones de euros de Ebitda.
Respecto a las consecuencias de la sequía, Fuster ha garantizado que tiene la producción asegurada para los próximos 18 meses como mínimo porque la mitad proviene de la zona de Lleida Raimat, no tan castigada, mientras que la otra proviene del Penedès, donde la vendimienta volverá a ser “corta” por tercer año consecutivo.
En la presentación de resultados celebrada este miércoles en Barcelona, el directivo de Codorniu no ha querido adelantar cuál será el beneficio neto, una cifra que dará a conocer en la próxima Junta General de Accionistas.
En todo caso, ha afirmado que iría en consonancia al crecimiento del Ebitda y que sería “muy verde”, en línea con la tendencia del ejercicio anterior.
Fuster ha detallado que en el último ejercicio se vendieron más de 50 millones de botellas en más de 50 países y que un 55% eran de cava y un 45% de vinos.
Respecto a las procedencias de las ventas, el 63% corresponde al mercado español y el 37% internacional.