Unas setenta personas han protestado este sábado a las puertas del camping Sant Salvador de Coma-ruga, en El Vendrell, para rechazar su desalojo. Las 62 familias afectadas denuncian que a raíz de la venta del negocio, los nuevos propietarios les han dado un margen de tiempo insuficiente para abandonar el espacio.
Inicialmente, la fecha límite para retirar las casas móviles era de un mes, un periodo que finalmente se ha alargado hasta el 14 de abril. Según la portavoz de la plataforma de afectados, Sandra López, la empresa solo les permite acceder a las instalaciones en fines de semana y al mismo tiempo, los campistas no han encontrado lugar para reubicar las casas móviles. Por todo ello, piden una mesa de diálogo con la compañía donde estudiar soluciones para cada caso.