Estos días de julio ha finalizado la reconstrucción del muro de piedra seca situado en una zona boscosa del municipio, concretamente en el Bosque de Cal Ros.
Esta labor se ha llevado a cabo gracias al Campo de Trabajo, con la participación de 15 jóvenes, 3 monitores y 2 técnicos.
El muro de piedra seca, una construcción emblemática que data del siglo XVIII, ha sido restaurado siguiendo los métodos tradicionales para mantener su autenticidad y valor histórico. Este tipo de construcción, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, representa una técnica de construcción sostenible que no utiliza ningún tipo de mortero, sólo el solapamiento de piedras seleccionadas y colocadas manualmente para garantizar su estabilidad.
Los monitores del campo de trabajo, con el apoyo de los técnicos Roser Hernández y Albert Martínez, han coordinado las actividades. Hernández ha explicado: “Estamos muy contentos. Lo que hemos hecho es arreglar el margen del lado de la barraca de piedra seca de Cal Ros. Eso duró 3 días y luego desbrozamos lo que parecía un camino.”
La primera semana se dedicaron a desbrozar y limpiar elementos vegetales, y una vez limpiado se empezó a reconstruir el muro tal como era antes.
“La recuperación de este muro es un paso importante en la preservación de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico”, ha declarado la concejala de Juventud, Yolanda Sánchez añadiendo que “Este proyecto no solo pone en valor nuestra historia, sino que también promueve técnicas constructivas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, realizada por jóvenes”.
Este proyecto ha demostrado la importancia de la colaboración y el esfuerzo colectivo para preservar el patrimonio histórico del municipio, a la vez que ofrece a los jóvenes la oportunidad de aprender técnicas tradicionales y sostenibles.