El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil ha abierto diligencias contra un vecino de Llorenç del Penedès por un presunto delito de maltrato animal. Los agentes localizaron cinco cachorros de raza mastín con las orejas cortadas, una práctica prohibida por la normativa de bienestar animal cuando se realiza con finalidades estéticas.
La intervención se inició gracias a una denuncia ciudadana que alertaba sobre el estado de los animales. Tras una inspección en el domicilio del propietario, éste aseguró que las mutilaciones se habían hecho por motivos sanitarios, aportando un certificado veterinario que no presentaba ni firma ni identificación profesional.
Las investigaciones del SEPRONA han concluido que el propietario no disponía de ningún documento oficial que justificara médicamente la intervención. Por este motivo, se han instruido diligencias que han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de guardia de El Vendrell.
La Guardia Civil recuerda que la mutilación de orejas o cola por motivos estéticos es una práctica expresamente prohibida, y sólo puede ser autorizada por razones terapéuticas avaladas por un veterinario colegiado.