jueves, 24 de abril de 2025
És notícia

El Sant Joan de Reus incorpora un sistema de captura de gases anestésicos volátiles

Foto del avatar

Los gases anestésicos que se utilizan durante las cirujanas son responsables de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Con el fin de disminuir estas emisiones y evitar su liberación, el Hospital Universitario Sant Joan de Reus ha implementado en todos los quirófanos, en la sala de resonancia magnética y en la sala de partos el sistema Contrafluran
®, que permite retener los gases halogenados que se utilizan para la anestesia.
De esta manera, se pretende mitigar la huella ecológica del sector sanitario.
«Implementar este servicio representa un paso adelante en el cuidado del medio ambiente y supone una tranquilidad añadida para el servicio», afirma Asunción Ollobarren, gestora clínica de enfermería del Área Quirúrgica del Hospital Universitario Sant Joan Reus.

Implementación de un sistema que promueve la economía circular

La infraestructura se fundamenta en la utilización de filtros de carbón activo que absorben los gases halogenados residuales emitidos por el paciente durante el acto anestésico.
Una vez estos gases son recogidos por las máquinas dispuestas en las diferentes salas del Hospital, se envían a Alemania, donde una empresa especializada se encarga de separar el sevoflurá del desfluir.
Este hecho permite reciclar los dos gases y volverlos a poner en circulación, afirma Fabienne Vandendriessche, de la empresa proveedora de la tecnología.

El Hospital Universitario Sant Joan de Reus se convierte así, tras el Hospital Universitario Mollet, en el segundo hospital en toda Cataluña en implementar este sistema en todos los quirófanos.

Agenda 2030: reducción de la huella de carbono

La Unión Europea tiene como objetivo emitir un 55% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el año 1990 para el año 2030.
En este sentido, el sector sanitario es responsable aproximadamente de un 4,4% de las emisiones globales netas de gases de efecto invernadero, y este hecho se traduce en la emisión aproximada de 1,6 gigatones de CO
2.

En este contexto, la práctica anestésica contribuye a la producción y emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y constituye al menos un 0,6% en el impacto climático global del sector sanitario.
Aunque los gases utilizados para la anestesia, como el sevofluorocarbonos, no destruyen la capa de ozono porque no contienen clorofluorocarbonos, como por ejemplo el isofluano, sí presentan un efecto sobre el calentamiento global.

Por esta razón, capturar los gases emitidos durante la anestesia supone un paso adelante para alcanzar los objetivos marcados en la Agenda 2030.

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticia anterior

Los delitos en Lloret de Mar se mantienen en la primera mitad del verano

Siguiente noticia

El Vall d’Hebron abre una biblioteca en la UCI de bebés para estimular el neurodesarrollo

Noticias relacionadas