La Guardia Civil ha prácticamente desarticulado la banda juvenil de los Latin Kings en Cataluña a raíz de una operación de la semana pasada con 32 detenidos y 13 allanamientos en el área metropolitana y el Camp de Tarragona. La organización se llamaba ‘Reino Hispano’ y estaba formada por cinco ‘capítulos’ o grupos territoriales localizados en Granollers, Rubí, Barcelona, Reus y Cubelles. La mitad de los detenidos pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos por los delitos de organización criminal, coacciones, amenazas, estafa y tráfico de drogas. Entre los arrestados están los dos máximos dirigentes, así como cargos intermedios, miembros de base y aspirantes.
Según el juez de Reus que ha supervisado la investigación, esta organización llevaba a cabo tanto actividades criminales relacionadas con las lesiones, amenazas, coacciones, homicidios y tentativas de homicidio hacia las personas, así como delitos de tráfico de drogas y contra el patrimonio. De manera organizada y con una marcada jerarquía, se distribuían en diferentes municipios.
También se constata que dentro del grupo ‘Latin Kings’ hay un “gran nivel de disciplina, con la finalidad de mantener la cohesión interna y la sumisión de sus miembros”. Para conseguirlo, “imponen castigos físicos y el ejercicio de una presión psicológica” para velar por los intereses del grupo que “son superiores a los intereses individuales de sus integrantes”.
Por ello, apunta el escrito, que “es muy difícil abandonar el grupo, una vez se ingresa”, ya que según el código interno de la banda, esto supondría “recibir golpes durante un tiempo determinado de mínimo 30 segundos o realizar actos humillantes como obligarlos a hacer flexiones u otros ejercicios físicos similares hasta quedar exhausto”, entre otros, ante el resto de miembros del grupo.