Vic dejará el estado de excepcionalidad y rebajará las restricciones de agua en la ciudad, después de que la Agencia Catalana del Agua (ACA), a través de la publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, haya anunciado que se declararía el estado de alerta por sequía en las cabeceras del Ter gracias a la mejora de sus indicadores.
De esta manera, con este cambio habrá 13 municipios (35.007 habitantes) en situación de normalidad; 75 (800.555 habitantes) en prealerta; 327 (más de 6,2 millones de habitantes) en alerta; 198 (398.981 habitantes) en excepcionalidad; 17 (151.516 habitantes) en emergencia.
En aquellas zonas en las que el abastecimiento de agua depende del caudal de los ríos y no de embalses como en el Área Metropolitana de Barcelona, el estado de sequía se determina según los parámetros de pluviometría y unos indicadores que valoran la cantidad que ha llovido en un periodo de tiempo concreto respecto a la media histórica de la zona.
En mayo de 2023 se decretó el estado de excepcionalidad porque los índices indicaban la necesidad de declararlo.
A principios de julio, el Ayuntamiento de Vic y el Consell Comarcal d’Osona emitieron un comunicado para reclamar el cambio de estado a la Agencia Catalana del Agua y, en consecuencia, sus restricciones.
Este motivo apareció después de que se pusiera fin al estado de excepcionalidad por sequía en el Área Metropolitana de Barcelona y, en cambio, no pasara lo mismo en la cabecera del Ter.
Estado de alerta
A pesar de la rebaja de restricciones, se tendrá que seguir cumpliendo medidas restrictivas y, desde el Ayuntamiento de Vic, la concejala de Medio Ambiente, Ester Coma, quiere recordar la necesidad “de hacer un uso responsable del agua que consumimos, no sólo en el ámbito particular, sino pensando en el agua que utilizamos en los espacios y equipamientos compartidos, ya que el agua es un bien escaso”.
Las principales medidas de uso y consumo de agua que se aplican en la ciudad de Vic cambiarán respecto al estado de excepcionalidad.
Estas son algunas de ellas:
- Los usuarios industriales deben reducir su consumo en un 5% (respecto a la media de los tres últimos años).
En estado de excepcionalidad, los usuarios industriales debían reducirlo en un 15%. - El riego de jardines y zonas verdes, tanto públicas como privadas, se mantiene de 8 de la noche a 8 de la mañana.
En estado de alerta se puede utilizar un máximo de 45 l/ m² al mes.
En excepcionalidad, sólo se podía hacer con riegos de supervivencia de árboles o plantas, utilizando la gota a gota o una regadera. - Se limita el llenado de piscinas a sólo los siguientes casos: relleno parcial si dispone de sistemas de recirculación para reponer las pérdidas por evaporación, primer llenado de nuevas construcciones o en caso de rehabilitación o modificación del vaso.
Está prohibido el llenado de piscinas desmontables, excepto en centros educativos, con un máximo 500 litros de capacidad.
En excepcionalidad, sólo se podían rellenar si disponían de sistemas de recirculación y en centros educativos (para el baño de niños, de máximo 500 L), y estaba prohibido llenar piscinas de nueva construcción particulares. - Se limita la limpieza de vehículos a establecimientos comerciales.
- Las granjas deben reducir su consumo en un 10 %.
Sólo pueden utilizar agua potable por abrevamiento y limpieza de los animales y para limpiar el recinto.
En estado de excepcionalidad debían reducir su consumo en un 30%. - Está prohibido realizar actividades lúdicas y recreativas (fiestas de espuma, fiestas Holi…) que requieran agua, excepto el uso de manguera o pulverización en centros de verano y escuelas para garantizar la salud de los niños en caso de altas temperaturas.