El 24 de septiembre Xavi Semís cumplió un sueño: coronar un ochomil del Himalaya. Ascendió los 8.163 metros del Manaslu. Se convertía, así, en el primer empeño en alcanzar un pico de esta categoría. Hoy, el Ayuntamiento de Solsona le ha reconocido la gesta con un recibimiento institucional. en la sala de plenos, donde ha firmado el segundo libro de honor de la ciudad.
Xavi Semís (Solsona, 1984) hizo la ascensión al octavo cielo del mundo sin oxígeno artificial acompañado de Sandra Gómez, Xavi Arias y Sangbu, el mismo equipo con el que subió al Ama Dablam (6.812 m) el año pasado. Tal y como ha destacado la alcaldesa, Judit Gisbert, “después de muchos años de preparación física y mental, este montañero hace historia en el alpinismo local”. La suya, además, es probablemente la primera expedición catalana que alcanza la llamada cima verdadera (true summit) del Manaslu.
Familiares, amigos y representantes del Centro Excursionista de El Solsonès han dado calor al alpinista en este acto de reconocimiento una semana después de su regreso de Nepal. No han faltado personas que han ayudado al zaragozano a alcanzar la meta: su entrenador, Miki Vilar; el montañero que le inoculó la pasión por la montaña, Xesco Mas, y compañeros de entrenamiento.
“La mejor experiencia de mi vida”
“Ha sido la mejor experiencia de mi vida, pero a la vez la más dura”, ha explicado a Semís en la sala de plenos. Ha admitido que dudó de emprender la aventura hasta el último momento debido a una lesión. “Pero voy a trabajar mucho, día a día, durante mucho tiempo”.
Los males de altura durante el proceso de aclimatación, las avalanchas, los bloques de hielo vivo y derecho por superar, la lucha mental constante para hacer frente a una fatiga extrema, sobre todo a partir de los 7.000 metros, son escollos que marcaron el ascenso de Xavier Semís. “Voy a entender que haya personas que se mueran de cansancio”. Es en estas condiciones que el alpinista pensaba en las personas que le esperaban en Solsona, especialmente su pareja, a la que hoy ha dedicado unas emotivas palabras.
La alcaldesa, Judit Gisbert, ha subrayado que esta experiencia “encarna unos valores que debemos enaltecer: ejemplifica la fuerza de la perseverancia y el sacrificio, la importancia del trabajo en equipo y el apoyo mutuo para la consecución de unos objetivos comunes, y la necesidad de tomar decisiones informadas y responsables en cada momento ante situaciones peligrosas”.
Los más próximos han obligado al homenajeado a salir al balcón consistorial y, por el momento, han hecho estallar una traca. En la calle, le esperaban decenas de amigos que le han aclamado vestidos con una camiseta que llevaba estampada una foto del alpinista en el Manaslu.
