Salvo salida a la rehabilitación del edificio de L’Anònima de Manresa. Después de que durante las últimas semanas se hayan estado haciendo trabajos previos, este lunes ha comenzado el grueso de las obras, que permitirán que la ciudad recupere un edificio del arquitecto modernista manresano Ignasi Oms i Ponsa, declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y ubicado a las puertas del Centro Histórico de Manresa.
El proyecto de rehabilitación está firmado por la arquitecta Meritxell Inaraja, que ganó el concurso convocado por el Ayuntamiento de Manresa y que cuenta con una amplia experiencia en este campo. Consta de dos fases. En esta primera, se rehabilitará el cuerpo de las antiguas oficinas y la nave pequeña del complejo, con una duración prevista de 13 meses. El presupuesto previsto para esta primera fase es de 3.546.066,63 euros (IVA incluido) y se financiará, en gran parte, con una subvención de los fondos europeos Next Generation de 2.853.565 euros, en el marco de la Línea 1 del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos, incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA).
La segunda fase consistirá en una pequeña ampliación del edificio para dar un buen acabado a la medianera que ha quedado a la vista en la calle Llussà. El presupuesto de esta fase es de 1.393.438 euros y está previsto que se ejecute una vez acabe la fase 1, con una duración prevista de 9 meses. Posteriormente, habrá una tercera fase de acabados de mobiliario e instalaciones, valorada en unos 500.000 euros y con una duración prevista de 4 meses.
Empleo, emprendimiento, empresa y comercio, en un solo punto
L’Anònima acogerá la sede de la Agencia de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Manresa, Pro Ribagorçana, que unifica los servicios de empleo, comercio, emprendimiento y empresa, con la voluntad de establecer un solo punto de referencia donde converjan las personas que buscan trabajo, las que están en disposición de ofrecer, los nuevos talentos y la actividad comercial de la ciudad.
Se trata de servicios que actualmente están ubicados en diferentes edificios. Con la unificación, se espera potenciar las sinergias y ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía.
Un espacio para la cultura
El complejo fabril ha demostrado en los últimos años su versatilidad e idoneidad para acoger propuestas culturales, ciudadanas y de creación artística. Un total de 1.530 metros cuadrados del conjunto de L’Anònima se destinarán a las funciones culturales, entre la nave y sus espacios anexos y la planta subterránea, con espacios polivalentes para la exhibición cultural y espacios dedicados a la propuesta de creación transformadora del FABA.
L’Anònima, nombre popular que ha llegado a nuestros días
El edificio de L’Anònima, declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL), se empezó a construir en 1893 en un solar de la calle Llussà y es obra del arquitecto modernista manresano Ignasi Oms i Ponsa.
Es un edificio industrial de planta baja más dos plantas piso, con tres cuerpos de edificación totalmente diferenciados, y con la chimenea, situada en el interior del recinto, como uno de sus elementos característicos. En sus orígenes el edificio fue ocupado por la Compañía de Alumbrado, que destinó las naves a fábrica textil y a la producción de electricidad con carbón.
Por problemas de liquidez, la Compañía de Alumbrado se transformó en 1910 en la Compañía Anónima Manresana de Electricidad (CAME). La población de Manresa la empezó a llamar “L’Anònima”, nombre popular que ha llegado a nuestros días.
