El Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Manresa ha sido hoy el escenario de una emotiva recepción en honor al equipo senior de waterpolo del Club Natació Manresa, para celebrar sus éxitos deportivos de esta temporada. Con un único partido pendiente, el equipo ha conseguido el anhelado ascenso a la Segunda División estado al, un hito que no alcanzaban desde hacía doce años.
El evento ha contado con la presencia del alcalde de Manresa, Marc Aloy Guàrdia, y el concejal de Deportes, Anjo Valentí Moll, que han recibido con calidez la delegación del club. Esta estaba encabezada por su presidenta, Montse Gomáriz González, e incluía miembros de la junta directiva, entrenadores y jugadores.
Durante la ceremonia, el alcalde ha hecho entrega de un obsequio al club y a los jugadores, destacando la temporada excepcional del conjunto dirigido por Jordi López, que ha marcado 126 goles y ha sufrido solo una derrota. El acto ha incluido también la intervención de Jordi Serracanta, responsable del waterpolo en el club, que ha entregado una placa de reconocimiento a Toni Rey Olivera, delegado del equipo homenajeado.
El Club Natació Manresa es uno de los pilares fundacionales de la natación en Cataluña, desde su inicio en el año 1933. Actualmente cuenta con más de 350 deportistas repartidos entre las secciones de natación, waterpolo, triatlón y natación artística, y dirige una escuela deportiva dedicada a la iniciación y tecnificación en deportes acuáticos para niños de 6 a 12 años.
En el mundo del waterpolo, el club ha llevado el nombre de Manresa a las más altas competiciones internacionales. Figuras de la talla de Manel Estiarte, considerado el mejor jugador de waterpolo de todos los tiempos, compitieron en seis ediciones de los Juegos Olímpicos, desde 1980 hasta 2000. Otros ilustres deportistas como Gaspar Ventura (1980), Albert Canal (1984), Jordi Bofarguens (1988 y 1996), y Carles Sanz (1996) han representado al club en varias ocasiones. En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, Manel Estiarte, Jordi Bofarull y Carles Sanz hicieron historia al convertirse en campeones olímpicos, consolidando así la prestigiosa reputación del waterpolo manresano.