La circulación por Manresa este sábado por la tarde ha sido bastante complicada.
Un centenar largo de vehículos y una seguidilla de personas a pie han marchado a paso lento por las principales calles de la ciudad y han hecho sonar ruidosamente cláxones y silbidos. El motivo era mostrar el rechazo contra el proyecto de Zona de Bajas Emisiones que el Ayuntamiento quiere implantar a partir del mes de enero con el objetivo final de mejorar la calidad del aire.
La portavoz del movimiento, Epi Prunés, ha explicado a la ACN que la suya no es una posición contra el medio ambiente ni sostenibilidad, pero reclaman al gobierno municipal de Marc Aloy que reduzca la dimensión de la zona restringida y habilite parkings en las entradas de la ciudad.