Un equipo del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) excava del 6 al 24 de mayo el yacimiento de La Cansaladeta, en La Riba (Alt Camp), un campamento de cazadores y recolectores de unos 400.000 años de antigüedad. El objetivo principal es continuar con la excavación de la pequeña ampliación realizada durante la campaña anterior.
En otras intervenciones se han obtenido numerosas herramientas de piedra, muy bien conservadas, que aportan datos muy significativos para saber cómo era la tecnología de ese periodo. Además, se ha encontrado la presencia de numerosos remontajes del proceso de fabricación de las herramientas de piedra, que permiten estudiar con gran detalle las secuencias de gestos técnicos que permiten su elaboración.
Un remontaje, en este caso, lo componen artefactos líticos que encajan entre ellos. Es decir, que se pueden ir uniendo los unos con los otros, de forma que se pueden reconstruir parcialmente las secuencias de talla lítica llevadas a cabo en el yacimiento.
La Cansaladeta se encuentra en la margen izquierda del río Francolí, a su paso por el desfiladero de Les Roxel·les y representa una de las evidencias más antiguas de presencia humana en el Camp de Tarragona, y, de alguna manera, muestra la continuidad en el territorio de un poblamiento que tenemos por primera vez documentado en el Barranco de la Boella, donde se han registrado los elementos acheulianos más antiguos de Europa, de hace alrededor de un millón de años.
