La zona de las Eras de detrás del Castillo de Altafulla se convertirá en el epicentro de la Noche de Brujas los días 28 y 29 de junio. Esta mañana se ha presentado la 24ª edición que ha contado con el concejal de Turismo, Tomàs Serra, y el director artístico de la feria, Joan Carnicer.
Una de las novedades de este año es el cambio de ubicación, que pasa de la Vila Closa a la zona de Les Eres, a raíz de las obras que se están llevando a cabo en la calle de Dalt. Y no es el único. Precisamente, el cambio de dirección del certamen es una de las principales de la edición de este año, como ha destacado Tomàs Serra: “Este año hemos apostado por volver a los orígenes de la Noche de Brujas y por eso hemos confiado con la figura de Joan Carnicer, padre fundador de la muestra”.
Este cambio se traducirá en una mayor presencia de talleres, actividades y paradas relacionadas estrictamente con el esoterismo y todo lo que tiene un acento marcadamente místico. Para Joan Carnicer, “es un mercado temático, esotérico, por lo tanto, todo lo que no tiene nada que ver con eso, no debería tener cabida”.
Este evento, único en su género, tendrá lugar en un ambiente lleno de misterio con un mercado esotérico, y una amplia variedad de actividades y espectáculos. Los asistentes podrán experimentar el fascinante mundo del esoterismo a través de actividades que incluirán desde rituales antiguos hasta modernas interpretaciones del arte brujo.
Altafulla se convertirá en el punto de encuentro para brujas y brujos, así como para aficionados al mundo místico, ofreciendo una experiencia llena de conocimiento, diversión y descubrimiento.
En cifras, el programa contará con ocho actividades para el viernes 28, y doce para el sábado 29, que irá acompañado de un mercado temático con un total de 83 paradas donde el 92 % corresponden a todo lo que se vincula con el esoterismo y el mundo místico, y el 8 % a la alimentación. De hecho, el cartel de la edición de este año es una representación de la contraportada de la “Historias de las brujas de Altafulla”, de Antoni Gelabert.
La organización prevé una asistencia de 10.000 visitantes a lo largo de las dos jornadas que se alarga la Noche de Brujas, la muestra que comienza la temporada de verano en Altafulla.
