Una primera tarde marcada por las averías y una mañana plagada de retrasos. Este es el balance del retorno del servicio ferroviario entre Barcelona y Tarragona, tras cinco meses de obras en el túnel de Roda de Berà.
Aunque los trenes han contado con una buena afluencia de pasajeros, desde la plataforma Dignidad a las Vías consideran que la gente “no ha apostado”. Su portavoz, Anna Gómez, destaca que los usuarios de esta mañana eran los que hasta ahora utilizaban el Plan Alternativo de Transporte (PAT), mientras que los que se habían pasado al bus, al coche o al Avant no han vuelto a los regionales. “Hemos preguntado a un grupo dónde formaban coches desde Torredembarra y Altafulla y nadie ha vuelto. El Avant también continúa a tope. La gente no volverá hasta que no funcione el servicio” , recalca.
“La gente no volverá hasta que no funcione el servicio”
La plataforma cree que estas primeras horas del restablecimiento del servicio han sido “caóticas” y considera que esta situación hace que la gente “llegue a los trabajos con un estrés total”. Con todo, la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, pidió ayer “comprensión” a los usuarios ante las “disfunciones” que se prevén en la línea. “Más que de paciencia nos tendríamos que cargar de resignación. Cuando lleguemos tarde al trabajo y nos pongan una amonestación, quizás tendremos que enseñar las palabras de la consellera. A ver si funciona y los jefes tienen paciencia “, ironiza Gómez.
La portavoz de Dignidad en las Vías asegura que la principal demanda de la plataforma ahora mismo es el “servicio” para evitar el caos horario. “Que funcione, no pedimos nada más. Queremos trenes nuevos, pero ya es secundario. Necesitamos llegar al trabajo y no condicionar el hecho de trabajar en Barcelona con tener vida personal”, reclama.