La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se pondrá en marcha entre el 1 y el 31 de diciembre de 2025 en Tarragona. El gobierno municipal llevará al pleno de marzo la aprobación inicial de la ordenanza y en mayo será la definitiva. La ciudad seguirá así la estela del resto de localidades de más de 50.000 habitantes que han tenido que adoptar esta medida, marcada por directrices europeas. En el Camp de Tarragona, el otro municipio que también la tiene es Reus, con quien Tarragona ha hecho un trabajo conjunto para armonizar ambas normativas.
El horario de esta ZBE será los días laborables de 7 de la mañana a las 19 de la tarde, mientras que tanto en los fines de semana como en los festivos no estará en vigor la prohibición. Concretamente, los coches que no tengan la etiqueta ambiental correspondiente tendrán prohibida la entrada al área delimitada por la avenida Argentina, avenida Cataluña, calle María Cristina, paseo Torroja, paseo de Sant Antoni, vial William J Bryan, Moll de Costa y calle Vidal i Barraquer. Unas vías que quedan excluidas del área. Para los que tengan etiqueta, todo continuará igual.
Las restricciones en la movilidad, sin embargo, no se aplicarán directamente el 1 de diciembre. “El Ayuntamiento debe cumplir la ley e implementar la ZBE antes de que acabe el 2025. Pero es decisión del gobierno municipal presentar una ordenanza con medidas concretas. Podrían ser más restrictivas o más lights. Nosotros lo haremos de manera progresiva “, describe la consellera de Movilidad, Sonia Orts.
El calendario
El primer año será de adaptación. Los vecinos quedarán exentos y, en lugar de multar, se avisará a los usuarios de los coches sin etiqueta que próximamente no tendrán permitida la entrada. Orts afirma que el gobierno quiere implementar una estrategia basada en tres patas: “información, pedagogía y sensibilización”. Preparándose para la puesta en marcha de las restricciones reales.
A partir de diciembre de 2026, únicamente podrán entrar en la ZBE con total libertad las bicicletas, los vehículos de movilidad personal y los que dispongan del distintivo ambiental 0, ECO, C y B. Será entonces cuando está previsto empezar a multar, aunque la consellera Orts afirma que es una decisión que todavía no está 100% confirmada. A pesar de todo, habrá varias exenciones que descafeinarán estas restricciones.
Finalmente, en 2028 los vehículos con la etiqueta B tampoco podrán entrar en el horario establecido y se revisarán las medidas para valorar su aplicación.
Las exenciones
Actualmente, los técnicos municipales aseguran que hay entre un 25 y 26 % de coches en Tarragona que no cuentan con ninguna etiqueta ambiental. La cifra es inferior a la de hace un año, cuando llegaba hasta el 32%. Sin embargo, hasta que se revisen de nuevo las medidas, una parte de estos automóviles podrán entrar dentro de la Zona de Bajas Emisiones.
En primer lugar, los residentes sin etiqueta de dentro de la ZBE podrán moverse por su sector de aparcamiento. Si miramos al mapa, únicamente el sector 1 (de la Rambla Nova arriba) y el sector 3 (de la Rambla Nova abajo) son los que se encuentran dentro de la ZBE. Por lo tanto, un vecino del sector 1 podría conducir con total libertad su vehículo dentro del sector, con independencia de si tiene etiqueta o no. Ahora bien, no podría ir al sector 3. Además, quien tenga una plaza de aparcamiento dentro también podrá entrar.
Para el resto de vehículos de fuera de la ZBE también habrá exenciones. De hecho, en el anexo donde se estipulan se marcan hasta 24 casos para acogerse. Entre ellos, destaca el de las personas con rentas bajas, personas con movilidad reducida, los vehículos profesionales o los vehículos de servicios municipales.
Todos estos coches deberán constar en un registro de vehículos autorizados. Así, cuando las cámaras detecten el vehículo, no lo multarán. Los que tengan la etiqueta no será necesario que formen parte de este registro.
¿Cómo se ha elaborado la ordenanza?
La ordenanza se presentó hace poco más de un año y ha incorporado el 85% de las enmiendas de los grupos políticos del consistorio. Además, también ha incorporado cuestiones marcadas en el decreto de la Generalitat del pasado julio, apreciaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias y el fruto del trabajo conjunto con Reus. “Entre los dos municipios hemos hecho un trabajo para armonizar las dos ordenanzas. No son gemelas, pero sí hermanas”, afirma Orts. Por otro lado, la consellera explica que habrá una comisión técnica con un representante de cada área del Ayuntamiento para hacer un seguimiento de la aplicación de la normativa.
La intención es llevar la aprobación inicial al pleno de marzo y la aprobación definitiva en mayo. En paralelo, ya ha adjudicado las obras para la puesta en marcha de la ZBE. Se instalarán cámaras de lectura automática de matrículas y sensores de calidad de aire y de ruido para poder valorar su impacto en 2028.
En principio, el gobierno municipal no tendrá problemas para sacar adelante la ordenanza. En la Comisión de Territorio ha prosperado con los votos a favor del PSC, Junts y un conseller no adscrito, la abstención de ERC y ECP, y el voto en contra del PP y VOX.
¿Qué es una ZBE?
Una zona de bajas emisiones (ZBE) es un espacio en el que se aplican restricciones a los vehículos en función de lo que contaminan con el objetivo de mejorar la calidad del aire. Aparte de este beneficio para la salud, se contribuye a la mitigación del cambio climático y se cambian los hábitos de transporte.