Mañana, martes 14 de enero, a las 19:30 horas, se llevará a cabo una concentración frente al Palacio de la Justicia de Tarragona, convocada por varias entidades feministas de todo el Estado español bajo el lema “Movilización Feminista” y los hashtags #DanielSEQUEDA y #JUANASOMOSTODAS. En concreto, en la capital del Tarragonès, ha sido Terma la entidad convocante, queriendo formar parte de un movimiento unitario que busca visibilizar y denunciar la injusticia que está viviendo Juana Rivas y su hijo Daniel, quien, según las organizaciones convocantes, son víctimas de violencia institucional y vicaria.
La concentración en Tarragona es una de las más de 20 localidades de todo el Estado que se suman a esta movilización, fuera de las fechas habituales como el 8 de marzo y el 25 de noviembre, para hacer frente a la violencia de género y a los mecanismos del Estado que, según las organizaciones, perpetúan la situación de las víctimas. En este caso, la figura de Juana Rivas es simbólica para muchas madres que, como ella, han sido forzadas a luchar no sólo contra sus agresores, sino también contra una justicia que no las protege ni a ellas ni a sus hijos.
El caso de Juana Rivas: una lucha judicial y personal
Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión y seis años de inhabilitación por desobedecer una orden judicial y no entregar a sus hijos a su padre, Francesco Arcuri, a quien acusaba de maltrato. Rivas decidió no acatar esta decisión judicial, ya que creía que sus hijos estaban en peligro en manos de su padre, quien, según ella, los maltrataba.
En una posterior revisión, el Estado español le concedió un indulto parcial, reduciendo su pena de prisión a un año y sustituyendo los años de inhabilitación por trabajos sociales. A pesar de ello, la situación sigue siendo trágica. En 2022, el hijo mayor de Juana, Gabriel, decidió vivir con su madre en Granada, pero el futuro de Daniel, el hijo menor, sigue incierto. Daniel, de 11 años, se resistió a volver a casa de su padre tras pasar las últimas vacaciones de Navidad en España, donde denunció situaciones de miedo y malos tratos.
Recientemente, una jueza de Granada ha suspendido su regreso a Italia de forma cautelar para protegerlo, dado el riesgo “extremo” por su seguridad. Ahora, la resolución final sobre el futuro de Daniel aún está por determinar.
Violencia vicaria: una estrategia para seguir maltratando a las mujeres
El caso de Juana Rivas pone de manifiesto una situación dramática de violencia vicaria, un tipo de violencia de género que utiliza a los hijos como herramienta de control y venganza contra las madres.
Desde las organizaciones que han convocado esta concentración, se denuncia que la violencia vicaria y la violencia institucional contra las víctimas de maltrato a menudo pasan desapercibidas, ya que muchas veces los juzgados no reconocen las dinámicas de control y abuso que se producen dentro de las familias con agresores de género. Esto hace que casos como el de Juana Rivas se conviertan en un verdadero combate judicial y personal para proteger a los hijos.
Un llamamiento a la sociedad civil
Esta concentración en Tarragona es un llamamiento a la sociedad civil para exigir más protección para las víctimas de violencia de género y para sensibilizar sobre la violencia vicaria. Las entidades convocantes buscan enviar un mensaje claro: las víctimas de violencia de género merecen el apoyo de la justicia y la sociedad para evitar que casos como el de Juana y Daniel se repitan.
La esperanza es que la concentración sirva para poner la cuestión sobre la mesa y para que la sociedad se movilice para la eliminación de las discriminaciones institucionales que perpetúan las desigualdades y las violencias hacia las mujeres y sus hijos.
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