El servicio de autobuses entre Tarragona y Barcelona han mantenido los 600 usuarios diarios a pesar de la reanudación de los regionales tras el corte por las obras en el túnel de Roda de Berà. Según indican a la ACN desde la compañía GIV Plana, quien presta el servicio, se ha pasado de un centenar de viajeros al día antes de la interrupción ferroviaria a los 600 actuales. De momento, siguen habiendo dieciocho expediciones al día, nueve de ellas directas y se sigue ofreciendo la T10-120. El gerente de la compañía, Josep Albert Vallcorba, destaca que es un servicio “fiable” y permite a los viajeros “llegar a la hora sin tropiezos en Barcelona”. Manolita Sánchez, una usuaria que va cada jueves a Barcelona, asegura que “es más puntual el autobús que el tren”.
A consecuencia del corte, el departamento de Territorio y la empresa Plana acordaron el aumento de expediciones directas de Tarragona hacia Barcelona y viceversa. Antes había tres al día y se pasó a nueve, además de las nueve que habitualmente hacen parada en el aeropuerto antes de llegar a la capital del país. Los autobuses que van directamente a Barcelona tardan una hora y cuarto aproximadamente entre la estación de buses de Tarragona y plaza España, donde realizan la primera parada.
Además, a raíz de las obras de Adif, la Generalitat apostó por bonificar esta línea con la tarjeta T10-120, para gastar diez viajes en 120 días. De esta manera, cada trayecto cuesta 4 euros. “Es un precio razonable, económico”, dice el gerente. Desde el inicio, se han activado 2.900 abonos que son recargables.
Vallcorba afirma que, incluso, con la reanudación del servicio ferroviario, han notado un “crecimiento” de usuarios en los autobuses. Casi quince días después de la puesta en funcionamiento de nuevo de los regionales, el gerente de Plana comenta que llevan “más viajeros en estos momentos que los que llevábamos cuando todavía estaba el corte de la vía”. Actualmente, el servicio está manteniendo los 600 usuarios diarios, de los cuales solo una octogésima van al aeropuerto. Por lo tanto, la mayoría usan el expreso.
Desde Plana apuntan que ha sido un “éxito” la acogida entre los viajeros. “Es fiable, permite a los usuarios poder llegar a la hora sin tropiezos en Barcelona, es seguro, un servicio cómodo, porque saben que van sentados”, comenta Vallcorba. También señala que “garantiza una llegada al trabajo, que era la gran preocupación que tiene mucha gente cuando quiere ir a trabajar a Barcelona”.
Poca fiabilidad con Renfe
Tras incidencias casi diarias con los trenes de Renfe desde que ha vuelto a entrar en funcionamiento el corredor sur, muchos usuarios continúan confiando en el servicio de autobuses. Manolita Sánchez y Adelina López son usuarias de Plana y van a Barcelona cada jueves. Ambas coinciden en la poca fiabilidad de Renfe. “No cojo el tren porque no llegas nunca puntual al lugar”, indica Sánchez a la ACN. Insiste en que “aunque – el autobús – vaya por carretera, llegas pronto al lugar, y sabes a qué hora llegarás aproximadamente”. “Cuando vas en tren, no sabes cuántas paradas hará, cuánto rato estará en cada estación”, añade.
Tanto Sánchez como López explican que antes del corte iban siempre en tren, pero ahora no ha vuelto. “Con todas las averías, no tenía seguridad de llegar bien”, valora la Adelina. Al haber los abonos, “pensé que era mucho más lógico coger la Plana”, comenta. De hecho, López explica que el pasado domingo probó volver a Tarragona en tren, pero tras subir a paseo de Gràcia, al llegar a Sants les hicieron bajar porque el convoy estaba “averiado”. Tuvo que ir “corriendo” hasta la parada de autobús para regresar con el servicio de Plana. “He desistido”, lamenta.