Los diversos grupos municipales del Ayuntamiento de Tarragona se han dado cita en la Cámara de la Propiedad para debatir sobre la confección del POUM. Un encuentro que ha escenificado las ya sabidas diferencias entre algunas fuerzas sobre el crecimiento en Levante, uno de los principales puntos de conflicto, el distrito tecnológico o la vivienda protegida.
Actualmente, el consistorio se encuentra trabajando un nuevo planeamiento urbanístico después de que en 2020 la justicia tumbara lo que se aprobó en el año 2013. Ahora la administración está a la espera de los estudios ya adjudicados, que pueden delimitar cuáles serán los criterios del futuro POUM. La viabilidad económica a la hora de construir y factores como la inundabilidad de los terrenos son algunas de las cuestiones que se tendrán que tener en cuenta para religar la herida que representa el Francolí.
De hecho, Nacho García, conseller de Urbanismo y representante del PSC en el debate, remarca que debe ser un planeamiento de “cohesión urbana”, que combine el “crecimiento” con la “transformación” de la ciudad. En este sentido, el miembro del gobierno cree que la gran diferencia de este POUM que están preparando es que el “crecimiento no viene condicionado por las infraestructuras, sino que es al contrario”. Uno de los ejemplos es la estación intermodal que proyectan en la zona de Horta Gran (donde se encuentra el restaurante Tritón), que debe generar una “rótula” entre centro y Poniente. Además, señala que el traslado de la Laboral es también una inversión que puede ayudar a transformar Poniente.
En un sentido similar se ha movido Xavi Puig, conseller de Esquerra, que reivindica que el objetivo central del POUM es la “cohesión de la ciudad”. El republicano reclama “llenar los agujeros” entre el centro y Ponent y hacer del Francolí “un punto de encuentro”.
¿Interés de los promotores?
De todas maneras, un buen grueso de los ponentes han puesto el foco en la “poca viabilidad” de las promociones por la reserva de un 50% por vivienda asequible. Francisco Javier Gómez (no adscrito), Judit Gómez (VOX), Álvaro José María Batlle (PP) y Jordi Sendra (Junts) han señalado negativamente este porcentaje y creen que se debería tener uno más “realista”. Según su argumentario, la medida hace que los promotores no se interesen en sacar adelante ningún proyecto urbanístico por motivos económicos. Por su parte, Nacho García recalca que es un criterio marcado por la ley y que la viabilidad económica “les preocupa” y la tendrán en cuenta.
Ponent vs Llevant
El debate sobre la viabilidad, sin embargo, va más allá. En concreto, los grupos a la derecha del gobierno han puesto énfasis en el excesivo crecimiento de Poniente, en detrimento de Levante, y reclaman explotar ambas vertientes. Francisco Javier Gómez pide una “expansión equilibrada” y cree que la actual situación crearía una “desigualdad de vivienda protegida”, centrando esta tipología de inmuebles demasiado en Poniente. De hecho, liga su posible apoyo al POUM a este hecho.
Por su parte, Jordi Sendra cree que “el ciudadano tiene que poder vivir donde quiera y no se le puede obligar a ir a Poniente”. Por ello, pide desarrollar diversos lugares de Levante, ligar Sant Pere y Sant Pau con el resto de la ciudad y urbanizar el Viñedo. Sin embargo, Batlle insiste en tener más suelo urbanizable para abaratar sus costes y cree que en Poniente “no hay demanda”. Además, considera que no pueden esperar la intermodal para hacer atractiva la zona. Finalmente, Judit Gómez critica los “criterios ideológicos” y pide más casas unifamiliares.
En el lado contrario, Xavi Puig (ERC) se ha negado en rotundo a explorar con esta intensidad la zona de Levante. En cambio, subraya que la apuesta por Terres Cavades parece que podría ser el equilibrio que han encontrado los dos grandes grupos del consistorio (PSC y ERC). Donde todavía no hay consenso es con Mas d’en Sorder, que ha sido el punto de fricción entre Jordi Sendra (Junts) y Xavi Puig (ERC). El juntaire apuesta por rehabilitar la masía y urbanizar la parte que se encuentra tocando en El Catllar. Mientras que Puig compra la idea de la rehabilitación, pero no la de “hacer un barrio”.
La llegada de un barrio tecnológico con la marcha de CLH ha sido también objeto de divergencias, ya que algunos consejeros como Sendra apuntan que debería circunscribirse únicamente como distrito tecnológico y no hacer vivienda. “El accidente de IQOXE y la DANA nos han marcado donde no tenemos que hacer vivienda”, reflexiona. Por otro lado, el traslado de la Laboral a Poniente genera cierta “preocupación” entre algunos grupos por la pérdida de espacio y de atractivo que tiene actualmente el equipamiento. Sin embargo, Nacho García recalca que la Generalitat tendrá los terrenos a su disposición para hacer crecer progresivamente esta futura Laboral.
Un debate escorado
Aunque el consistorio tiene una amplia mayoría de izquierdas (17 de 27 concejales), esta correlación de fuerzas no se ha visto reflejada en el debate. Únicamente dos de los seis ponentes eran de formaciones progresistas, ya que el conseller de En Comú Podem, Jordi Collado, no ha podido asistir por motivos personales. Esto ha provocado un debate donde la apuesta por un Levante con más vivienda ha sido mayoritaria.