El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, pretende cerrar el debate sobre la anexión del sector de la Plana del Viñedo a Altafulla. El consistorio ha elaborado unas alegaciones que buscan dejar en papel mojado las aspiraciones del gobierno altafullense, donde se avisa de que no hay “ningún argumento ni motivo que justifique el cambio territorial”. Además, el edil tarraconense recalca que el intento de anexión “no es otra cosa que la manifestación de un deseo político. Ni jurídico, ni legal ni histórico”.
Uno de los principales argumentos que esgrime Tarragona es la delimitación de términos municipales que acordaron en 2013 ambos ayuntamientos tras debatirlo. Viñuales destaca que uno de los firmantes de aquel documento es Jordi Molinera, entonces concejal de urbanismo y ahora coalcalde de Altafulla. En este sentido, considera que no hay “ninguna novedad geográfica, demográfica, económica o administrativa” que justifique una modificación del documento.
Los servicios de la zona
En cuanto a algunos de los argumentos que dio Altafulla, el coalcalde aseguraba que ellos prestaban ya algunos servicios en aquella zona, como por ejemplo actuaciones de la policía local. Viñuales señala que estas acciones policiales en el término tarraconense son una “transgresión flagrante de sus competencias”, ya que no tienen ningún tipo de permiso para actuar en ellas. El alcalde considera que las intervenciones son de una “deslealtad institucional excesiva” y lamenta que no hayan intentado hacer una reunión de coordinación para resolver los posibles problemas de aquel sector.
Por otro lado, subraya que es Tarragona quien presta los servicios mínimos como la recogida de residuos, la depuración de agua, el socorrismo o la limpieza de playas entre otros. Al mismo tiempo, reconoce que es habitual algunas colaboraciones entre poblaciones limítrofes. Según afirma el alcalde, “Tarragona depura toda el agua de Altafulla, pero no por este motivo le reclamamos la anexión”.
El relato histórico
El Ayuntamiento de Tarragona también recalca el hecho histórico en todo este debate. La zona formaba parte del municipio de Tamarit, que en 1950 se anexionó a Tarragona, y en 2013 quedaron delimitados los términos afectados. “La propuesta desprecia a los vecinos de Tamarit. Nunca quisieron ser de Altafulla, todo lo contrario. Siempre quisieron ser de Tarragona. Pretenden que se segregue una parte del antiguo término de Tamarit para agregarlo a Altafulla”, relata Viñuales.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Altafulla ha respondido con un vídeo a X donde argumenta que “la frontera natural del río Gaià es la mejor marca de límite de término” y que sus vecinos ya “hacen vida en Altafulla”. Por este motivo, iniciaron un proceso participativo para debatir esta cuestión.
De hecho, el consistorio de El Baix Gaià ha enviado cartas y se ha reunido ya con vecinos del Viñedo. Una actitud que ha criticado Viñuales. “¿Se han dado cuenta de qué tipo de prácticas hablamos? Un ayuntamiento enviando cartas a vecinos de otro término municipal. Además, unas cartas que no son demasiado objetivas. Nosotros podemos garantizar mejor la calidad de vida de los vecinos del Viñedo que no se ha hecho”, apostilla. Ahora el Ayuntamiento de Tarragona está a la espera de que acepten archivar el expediente de alteración de términos municipales para enterrar definitivamente el debate.
