La Audiencia de Tarragona ha condenado a quince años y medio de prisión a un hombre por matar a su pareja el 30 de julio de 2021 en Cambrils. El jurado popular ya lo declaró culpable de homicidio por unanimidad en noviembre del año pasado y ahora la jueza ha ratificado la decisión y ha considerado que asfixió a su mujer tras golpearla hasta causarle la muerte. La magistrada lo condena por homicidio con las agravantes de parentesco y el de abuso de superioridad a trece años y medio de prisión; un año más por el delito continuado de quebrantamiento de una orden de alejamiento y otro año por maltrato en el ámbito familiar.
La magistrada ha mostrado conformidad con el veredicto que ya emitió el jurado popular en noviembre. Así, ha considerado que la pareja tenía una relación “muy conflictiva, con muchas discusiones y agravios mutuos”, pero que a pesar de tener una orden de alejamiento, el acusado mantuvo conversaciones telefónicas con la víctima, intercambio de mensajes de WhatsApp y la había visitado en varias ocasiones.
Así, el día del crimen a las 12 del mediodía P.J.G. fue a casa de la mujer, discutieron y él se marchaba. Alrededor de las 17 horas “volvió al domicilio, se desencadenó una nueva discusión en cuyo curso la golpeó en varias partes del cuerpo para, a continuación, taparle los orificios respiratorios y arrojarle el cuello“, lo que causó la muerte de la mujer. Según el informe forense, la víctima “presentaba marcas de las uñas en la cara y marcas de compresión en la cara y en el cuello”.
Así, se ha dado validez a la opción de que la mujer muriera alrededor de las 17.20 horas por una “insuficiencia respiratoria aguda” que le causó un “síndrome general de asfixia”. Esta franja temporal concuerda también con las conversaciones de mensajería que la víctima estaba manteniendo y que se acabaron hacia esa hora. También en esos instantes un vecino oyó gritos y un golpe muy fuerte.
Después, el acusado se marchaba del lugar de los hechos y se quedó en un bar cercano, según el testimonio de dos camareras, que durante el juicio aseguraron que había estado bebiendo cervezas y cargando el teléfono móvil en su establecimiento. Más tarde, volvió al piso de la mujer y llamó al 112 diciendo que la joven de 25 años tenía los labios morados y no respiraba. El SEM apareció “alrededor de las 20.30 horas”. Los técnicos sanitarios se lo encontraron haciendo respiración cardiopulmonar a la víctima.
