El Ayuntamiento de Tarragona ha puesto en marcha una prueba piloto para convertir la última coca de la rambla Nova en una zona peatonal entre la calle Sant Adrià y la calle Sant Agustí hasta tocar en el Balcón del Mediterráneo convirtiendo 215 metros en un espacio exclusivamente peatonal y restringiendo el tráfico rodado.
La iniciativa que se puso en marcha el pasado viernes se prolongará hasta el 6 de enero con el objetivo de estudiar si es posible convertir en zona peatonal de forma permanente.
Polémica durante el primer fin de semana
Durante el primer fin de semana con los pilones instalados, varios usuarios y usuarias han mostrado sus quejas a través de las redes sociales cuando una ambulancia no ha podido acceder al último tramo de la rambla Nova para atender una emergencia. “¿Alguien piensa que hay gente muy grande y con movilidad reducida que necesita ser atendida? Como siempre son más importantes las terrazas”, afirma una usuaria a X.
El Ayuntamiento lo desmiente
Por su parte, el Ayuntamiento de Tarragona ha emitido un comunicado aclarando que los servicios de emergencia pueden acceder al tramo donde se está llevando a cabo la prueba piloto de zona peatonal. “Los pilones instalados son flexibles y están específicamente concebidos para permitir el paso de vehículos en situaciones de urgencia”, afirman desde el consistorio.
“Desde el ayuntamiento se desmiente que la prueba piloto esté ocasionando problemas de accesibilidad de los servicios de emergencia de la zona”, finaliza el comunicado.
