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Pere Virgili nos atiende después de un primer año de mandato marcado por la sequía y la gestión económica.
Hablamos sobre las playas de Roda de Berà, la AP-7, la biblioteca y la Fiesta Mayor de Sant Bartomeu.
¿Cómo ha ido estos primeros meses de mandato con mayoría absoluta?
Ha sido un primer año de mayoría absoluta en el que algunos grupos del plenario nos recuerdan que estamos en mayoría absoluta constantemente, como si hubiéramos cambiado la manera de gobernar.
Yo creo que no la hemos cambiado, porque continuamos informando de todo lo que sabemos en los grupos municipales, hacemos colaborar al resto en las comisiones y creo que continuamos trabajando como el anterior mandato.
En cuanto al primer año, está siendo un primer año duro, debido a años anteriores.
En estos últimos ocho años hemos intentado mejorar servicios y además hemos tratado de bajar la presión fiscal.
Y nos hemos visto abocados a hacer subidas de impuestos, aunque si hacemos los números, en términos absolutos hemos subido un 5% durante 8 años y un 10% de la basura.
Si lo hubiéramos hecho progresivamente, se habría visto de otra manera.
Este año está siendo duro de gestionar porque tratamos de poner del kilómetro cero y que no tengamos que disponer de los remanentes.
Espero que podamos cerrar el año equilibrados y que los siguientes haya un margen de maniobra.
También estamos esperando un aumento de la aportación del estado por parte de la participación en los presupuestos del estado, que se ha prometido de cara a septiembre.
Hablamos de un 20% de subida, que supondría pasar de 1.800.000 hasta 2.400.000.
¿Cuándo llegará el desvío de la AP-7?
Es de los proyectos que creo que nos sorprenderá, y espero no tener que rectificar de aquí a un tiempo, por la rapidez que está teniendo.
Desde el primer día que nosotros nos quejamos de la ubicación primera, que estaba en la plaza Francesc Macià, y dijimos que la queríamos en el otro puente que está en el polígono industrial, lo cogieron muy rápido.
El estado entendió la idea que teníamos y ya hemos tenido varias reuniones con Diputación y Ministerio y ya se trabaja en el proyecto.
El Ministerio nos dice que en dos años tienen la intención de empezar y nosotros contentos si siguen estos plazos.
En el polígono, a todas las empresas se les abre los ojos cuando les decimos que estará allí ubicada la salida de la AP-7.
El trabajo que se hace conjuntamente con la Diputación acostumbra a no hacer ruido.
Hace poco se pactaron las actuaciones del ImpulsoDIPTA.
¿Cuáles son?
El programa de ImpulsoDIPTA es un programa ambicioso que, entiendo, que mejora la financiación en muchos municipios, pero a nosotros no nos lo mejora.
A nosotros hasta ahora sí nos habían crecido las aportaciones, pero a partir de ahora, a Roda no le supone un crecimiento de financiación por parte de la Diputación.
Hay que matizar, porque sí mejora el porcentaje de subvención, es decir, hay proyectos que pueden llegar a subvencionar un 100% y eso sí que es importante.
Porque, a veces, conceden una subvención del 70% y cuesta mucho sacar un 30%.
En cambio, si te subvencionan un 98%, es bastante sencillo arreglarlo.
Un proyecto como el derribo de la cooperativa, podrá estar subvencionado un 98%.
Como también la compra de vehículos eléctricos por la brigada y actuaciones en el ámbito del ciclo del agua, que nos hemos añadido.
¿Dónde se nos ajusta a nosotros dentro de las subvenciones?
En términos de cultura (de salida, luego si presentas un proyecto, quizás te lo subvencionan).
En Diputación también hemos presentado el proyecto de placas solares en el techo del polideportivo para generar electricidad, porque ya teníamos por el agua.
En porcentaje sí nos mejora este proyecto, pero en cantidad no.
¿En qué estado se encuentra el municipio en términos de sequía?
Es un tema complicado en Roda de Berà.
Bien, nosotros continuamos con el semáforo en amarillo.
Claro, si escogemos el conjunto del municipio es casi en verde.
En la zona regada por el Consorcio de Aguas de Tarragona está todo bien, pero en el núcleo urbano, estamos sufriendo y mucho.
Continuamos actuando en las calles del núcleo más antiguo renovando la red, porque había tramos donde se perdía un 70% del agua por día.
A pesar de estar actuando en los últimos cuatro años, los pozos bajan más rápido de lo que podemos asumir.
Estamos esperando el nuevo proyecto del Consorcio de Aguas de Tarragona -un depósito que servirá para toda la zona norte- que todavía tardará unos meses, porque se nos ha adherido al proyecto Bonastre (como no podría ser de otra manera).
Hasta que no funcione, las medidas de ahorro deben ser mayúsculas y debemos seguir pidiendo a la ciudadanía que ahorra.
¿Y las duchas de las playas?
¿Funcionarán?
Salía al pleno el otro día.
Estoy cansado, pero lo seguiré diciendo las veces que sean necesarias, no tengo estómago para cortarle a un vecino el agua y meter duchas en las playas.
Pediría un poco de empatía.
Sí, es verdad, podríamos tener las duchas instaladas, pero, con un montón de municipios, hicimos un pacto de no instalar las duchas en las playas.
Todo ello dentro de un documento firmado.
Me sabe mucho más grave cortar el agua una hora a una familia que la ausencia de las duchas.
No engaño a nadie, porque antes de ser elegido alcalde en mayo, ya lo dije en el debate: “si soy alcalde, no pondré duchas en las playas”.
Si aquí dos años ha mejorado la situación, pues nos plantearemos instalar lavapiés.
Así como no negamos que se tienen que hacer inversiones y hay que hacer una playa cómoda con pasarelas, etc.
También es cierto que somos del criterio del que se tienen que renaturalizar las playas, porque las habíamos convertido en una calle más.
El elemento extraño en las playas somos nosotros.
La bandera azul de las playas ha podido peligrar en ningún momento debido a la falta de arena, las duchas…?
La bandera azul permite no tener duchas.
Al fin y al cabo, es un distintivo que nos vamos a añadir todos los ayuntamientos, para enseñar a todos los que estamos.
De cara a los campings y todo es genial, pero no hay ningún problema para no tenerla.
El tema de la arena: es un elemento vivo.
Hay informes diferentes que indican cosas contrarias a hacer en la playa de Altafulla, por ejemplo.
Nosotros el año pasado sufrimos de valiente por la falta de arena en la playa y hicimos un esfuerzo, una vez más, con recursos municipales, lo cual no es nuestra competencia ni nuestra obligación.
Este año, extrañamente, volvemos a tener arena.
Tenemos unas playas que hace años que no vemos y hace gozo verlas.
En la playa Costa Daurada, el Ministerio (ahora sí era suya esta playa, no cuando necesitábamos la arena) fue a buscar arena para llevarla al municipio vecino, en Creixell y nos dejaron la playa desencallada.
Lo mismo que les pasó a Torredembarra.
Y coincidimos el alcalde Vale Pino y yo con que hay que hacer algo para revertir eso y que no vuelva a pasar, porque fue a unas fechas dolentísimas.
Teníamos prevista una reunión con el Ministerio para ir los alcaldes de Calafell, Vendrell y nosotros, pero se ha quedado parada.
Nosotros, de momento, trabajamos para renaturalizar la playa.
¿El curso 24/25 se iniciará en el nuevo instituto?
Sí. Los trabajadores irán un poco con la lengua fuera, pero sí.
Las fechas se han alargado un poco, pero la construcción está prácticamente terminada.
Falta la construcción de las pistas, aunque ya estaba contemplado para hacerlo de septiembre a noviembre.
También queda por hacer la entrada del instituto, que se entrará por delante del consultorio médico.
El interior está prácticamente terminado aunque tendrán que trabajar todo agosto.
Nosotros nos hemos puesto a disposición de ellos para lo que puedan necesitar.
El edificio es espectacular, lo visitamos hace poco y la amplitud de todo es impresionante.
Hemos tenido que esperar 13 años, pero ha valido la pena.
No habrá bachillerato o ciclos formativos, pero hay posibilidad de crecimiento en el edificio de unas seis aulas de cara al futuro.
¿Cuáles son los plazos para la nueva biblioteca?
Los restos arquitectónicos nos han hecho parar cinco meses.
Creemos que para octubre se podrá continuar con la obra, porque ya se ha modificado el proyecto.
Seguimos en plazo, porque nos preocupa la financiación, que podríamos perderla si no entráramos en plazo.
Seguimos en él, a pesar de la parada de los cinco meses.
De aquí a un año y medio, más o menos, acabará llegando.
Sant Bartomeu.
Queda justamente un mes para la Fiesta Mayor.
¿Nos puede hacer cinco céntimos de lo que se espera?
Una Fiesta Mayor de continuidad, ¿por qué no?
Creemos que el formato funciona por nuestro pueblo.
Optamos por una Fiesta Mayor abierta y manteniendo todas las tradiciones.
Novedades habrá alguna, pero el cómputo general es el mismo.
Los actos principales son los que son.
Esperamos que todo el mundo tenga la ilusión por hacer todas las actividades posibles.
