El shoilo y la incertidumbre llenan el día a día de muchas personas de nuestro entorno que viven en la pobreza. Muchas son mujeres con hijos a cargo, personas migrantes en situación irregular, paros de larga duración, jóvenes instalados en la precariedad, niños poco atendidos, personas sin hogar, personas mayores sola… Y poco a poco, pero de manera irreversible, estas personas van quedando excluidas de nuestra sociedad y al margen de los derechos sociales que les corresponden, como es el trabajo, la vivienda, la regularización, el voto, la participación… A menudo estas personas nos quedan invisibles, no las vemos pero están.
Las disfunciones en la gestión social perjudica notablemente a la población más vulnerable. Este ha sido el caso del cambio de modelo en la distribución de alimentos de la Comunidad Económica Europea que ha generado un desconcierto importante entre las administraciones públicas y las entidades sociales.
Todo ello dificulta salir de la exclusión social a las personas vulnerables cuando no pueden acceder a ayudas a las que tienen derecho y que son vitales para su subsistencia, lo que provoca un sentimiento de impotencia y desesperación en las familias. Así la exclusión social y la desigualdad no disminuye: la brecha social se hace mayor.
El director de Cáritas diocesana de Tarragona, Salvador Grané, afirma: “Hay que revertir la tendencia creciente y continuada de la exclusión social y de la desigualdad. Por lo tanto, desde Cáritas debemos seguir acompañando en derechos a las personas más vulnerables sin excepción, a la vez que denunciamos este sistema social y económico que arriesga a una parte de la población”.
Durante 2023 la actividad de Cáritas, que reúne a 74 Cáritas parroquiales, crece y se diversifica en 35 proyectos sociales, con 20.074 personas beneficiadas, correspondientes a 9.204 familias acogidas.
Perfil de las personas acompañadas
La feminización de la pobreza continúa. Las mujeres son el 70 % de las personas que acuden a pedir ayuda a Cáritas y más de la mitad de los hogares, un 55% tienen hijos a cargo. Aumenta, pero la soledad, una de cada 4 personas atendidas vive sola, así también aumentan los niños y jóvenes beneficiados que llegan al 46%, este dato nos indica que aumenta el impacto de la pobreza para las personas más jóvenes. Y un 32 % de las personas atendidas aún no han podido regularizar su situación legal.
Un 40% de las personas en edad laboral no supera los estudios primarios, un 61% se encuentra en paro y el 15% de personas trabajadoras pobres, es decir, que aunque tengan trabajo, requieren de la ayuda de Cáritas para poder vivir con dignidad. El 95% no percibe ninguna ayuda de ingresos mínimos.
El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas y su incidencia no disminuye: una de cada 4 personas atendidas presentan inestabilidad habitacional, viven acogidos en viviendas o relámpagos, ocupados y cedidos.
El acompañamiento de Cáritas
La labor de Cáritas es el acompañamiento en derechos de todas las personas que piden atención, desde la igualdad y la dignidad, con una visión integral y una acogida diferencial de cada persona, con el fin de ayudarlas para que puedan organizar su vida con autonomía personal.
El trabajo es el mejor instrumento de repartir la riqueza de una sociedad y de procurar mejorar la vida de las personas. Por ello, Cáritas sigue trabajando en la inserción laboral, incrementando un 40% su oferta formativa en cursos ocupacionales, consiguiendo que un 18% de las personas que han participado en itinerarios laborales hayan conseguido trabajo, 241 personas. Directamente desde Cáritas y desde ARADA, su empresa de Inserción, se han contratado 35 personas en el Centro del Rosario del Ayuntamiento de Reus y en Cáritas diocesana con programas del SOC de la Generalidad de Cataluña.
Para paliar los problemas de alquiler de viviendas se ha promovido, junto con la confederación Cáritas Española, con la financiación de la Fundación Amancio Ortega un Plan de emergencia bianual de ayudas económicas para el alquiler de viviendas y habitaciones para personas en exclusión social y se han ayudado a 90 familias.
Salvador Grané concluye: “Cáritas estará siempre al lado de las personas vulnerables sin distinción de ningún tipo, y seguirá trabajando con otras entidades y los servicios sociales para hacer que la atención a las personas más desfavorecidas sea más rápida, eficaz y humana”.
La labor de Cáritas no sería posible sin la colaboración y la participación económica de muchas personas socias, de las donantes, de las empresas con corazón, de administraciones públicas y de entidades que lo hacen posibles y a las que Cáritas Diocesana de Tarragona agradece su ayuda de todo corazón.
Semana de Caridad – Corpus 2024
Con el lema “Allí donde nos necesitas”, los días 1 y 2 de junio la iglesia celebramos el día de la Caridad, en la festividad de Corpus Christi, con el propósito de interpelar e invitar a tomar parte en la vida social que compartimos creyentes y no creyentes, para abrir nuestro corazón y reenfocar la mirada, para ver juntos esta otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de muchas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, que no tienen oportunidades, que viven en desventaja por muchas razones, que viven en la tristeza, la soledad o la precariedad. En Cáritas sabemos que se puede reorientar la ruta de las personas que viven estas situaciones; sólo hay que estar allí, cerca, a su lado y ofrecerles lo que todos llevamos dentro: amor en forma de escucha, acogida, empoderamiento, tiempo, oportunidad y un