El grupo parlamentario de los Comunes en el Parlamento de Cataluña ha registrado una propuesta de resolución en la que insta al Gobierno a avanzar en la regulación de la conductividad eléctrica de las aguas regeneradas destinadas al riego agrícola. La iniciativa, tomada tras una reunión con Unió de Pagesos, propone establecer un umbral máximo de conductividad eléctrica (CE) de 0,8 dS/m como referencia general para el agua regenerada utilizada en la agricultura , con posibilidad de ajuste según los cultivos y las condiciones edafoclimáticas de cada zona. El objetivo es garantizar la calidad del agua y proteger los cultivos y los acuíferos .
La propuesta incluye, además, impulsar la modificación del Decreto 30/2003 sobre servicios públicos de saneamiento, para incorporar la obligación de controlar y publicar los valores de conductividad en las entradas y salidas de las Estaciones de Regeneración de Agua (ERA), así como condicionar la reutilización para el riego a valores que siguen compatibles con la viabilidad. Se propone, asimismo, dotar a las ERA de sistemas de tratamiento avanzados, como la ósmosis inversa y el intercambio iónico, para exigir la salinidad del agua cuando ésta supere los límites establecidos para usos agrícolas.
La iniciativa de los Comunes reclama que los controles de salinidad y conductividad se incluyan dentro de los protocolos de vigilancia e inspección de la Agencia Catalana del Agua , y que se establece un registro público de los valores de conductividad eléctrica por cada ERA con agua destinada al riego. Finalmente, los Comunes piden al Estado español que incluyan parámetros de salinidad en la normativa básica estatal sobre reutilización de agua, para garantizar una regulación coherente en todo el ámbito estatal.
La Unió de Pagesos ha trasladado a la diputada de Comunes, Nuria Lozano , su preocupación por la calidad del agua regenerada y cómo afecta al avellano y otros cultivos. Según Lozano, ” el agua regenerada es una herramienta fundamental para garantizar la sostenibilidad del regadío ante el aumento de la escasez hídrica y el impacto del cambio climático “. No obstante, su uso requiere garantías de calidad adecuadas para evitar daños irreversibles a los acuíferos y a los cultivos. Por ello, Lozano ha sido contundente, porque la Generalitat de Cataluña, a través de la Agencia Catalana del Agua, dispone de competencias para regular la calidad de las aguas regeneradas dentro de las cuencas internas, y es el Gobierno quien puede establecer condiciones más estrictas para garantizar su aptitud agrícola y proteger los recursos hídricos del territorio. ” Se trata de voluntad política y de escuchar más y mejor al sector “, ha concluido la diputada.