Los vecinos del Ca l’Alegre de Dalt, en Gràcia están al límite.
Los problemas generados por la discoteca ‘Draco‘ – la antigua ‘Canela’ y ‘KGB’ – empiezan a saturar un vecindario harto de ruido, gritos y violencia. “El problema ha sido el mismo durante estos últimos 30 o 40 años”, explica el Oriol, el portavoz de la plataforma de vecinos afectados. Según describen, desde la sala no hay ninguna voluntad de respeto hacia el vecindario.
De hecho, tal y como describe el portavoz, se ‘generan alborotos y peleas muy a menudo’.
Ante esta situación, la demanda de la plataforma es clara: retirar la licencia del local.
Según explican desde la plataforma, el problema se arrastra desde hace años.
A pesar del cambio de nombre y de tipo de oferta musical, la mala convivencia entre la sala y los vecinos sigue siendo una realidad en esta calle del barrio de Gràcia.
Los afectados se han reunido con el Ayuntamiento varias veces. La última vez, hace más de seis meses. “Siempre hay buenas palabras e intenciones, pero al final falta voluntad política para hacer algo”, explica el Oriol.
Desde el consistorio les argumentan que retirar la licencia es un enramado legal ‘complicado’.
Sin embargo, el vecindario considera que ‘el historial’ de la sala es ‘suficiente’ para poder obligarles a cerrar sus puertas.
‘Respeto 0 hacia los vecinos’
El pasado 12 de abril de 2023 la Guardia Urbana de Barcelona detuvo a un varonesque habría agredido a su pareja dentro del local; además, esto generó una pelea multitudinaria que se desplazó a toda la calle.
“Cada vez que la gente sale de la discoteca hay ruido. En Gràcia las calles son estrechas y se escucha todo”, dice el portavoz.
Además, según los miembros de la plataforma, quien también contribuye a las molestias son los propios controladores de acceso de la discoteca ‘Draco’.
Según explica el portavoz, desde la sala tienen la idea de que ‘lo que pasa en la calle se queda en la calle’.
Pero eso va más allá. “Los porteros tienen una actitud agresiva”. De hecho, alguna noche han salido de la discoteca con palos y porras para echar fuera a determinados clientes. La última vez, el pasado 10 de septiembre a la madrugada.
VÍDEO 🚨🚨🚨 Imágenes impactantes…
Nueva pelea (una más) entre clientes y los porteros de la Discoteca Draco, en Gracia.
Los porteros persiguiendo, agrediendo y apaleando clientes con palos de hierro y madera.
¿Hasta cuándo durará este despiste? @mossos @GUBBarcelona @bcn_ajuntament pic.twitter.com/U14NsDeCpq– Afectados Canela-Draco (ex-KGB) (@CanelaEx) September 10, 2024
La presencia policial nocturna es habitual en Ca l’Alegre de Dalt.
Pero sólo cuando alguno de los vecinos – organizados en la plataforma – llama por teléfono. “De oficio nunca están. Tampoco hay detenidos”, relata el portavoz.
Al respecto, los vecinos afectados piden ‘más respuestas’ por parte del Ayuntamiento.
Propuesta machista y poco respetuosa
Aparte de las molestias generadas por las peleas y los gritos, la plataforma también pone de manifiesto el tipo de propuesta de ocio que se hace en la discoteca ‘Draco’.
De hecho, en el perfil de X han compartido un ejemplo de cartel que la propia sala hizo pública con el fin de publicitar las fiestas de un fin de semana determinado.
¿Os parece normal y adecuada esta publicidad de la discoteca Draco en el barrio de Gràcia? @indepe_gracia @btvnoticies @tv3cat @elsmatins @elmonarac1 @RicardUstrell @jordibaste @324cat Por si no teníamos suficiente con el ruido, el incivismo y las peleas constantes en la calle… https://t.co/8oAxJoS5jJ
– Afectados Canela-Draco (ex-KGB) (@CanelaEx) October 6, 2023
“Tienen una actitud machista y muy poco respetuosa”, detalla el Oriol.
Aparte de la publicidad machista, la entidad también denuncia que la oferta de la sala gira en torno a una ‘gran cantidad de ingesta de alcohol’, un hecho que acentúa aún más los posibles problemas que se puedan generar en la madrugada.
De momento, el cambio de Canela a Draco es una farsa. pic.twitter.com/nw5kuL9EwY
– Afectados Canela-Draco (ex-KGB) (@CanelaEx) February 17, 2023
Las quejas han aumentado estos últimos meses de verano, ya que ha sido cuando el ruido ha sido más fuerte debido a tener las ventanas de los domicilios abiertas.
En todo caso, la lucha de los vecinos continuará por acabar con el ‘suplicio’ que viven desde hace años.