En mayo del año 2021 el municipio de Sant Joan Despí (Baix Llobregat) quedaba teñido de negro. Y es que en esta localidad sucedió un trágico asesinato de una niña de 4 años, la Yaiza, quien fue ahogada hasta la muerte a manos de su propia madre.
El caso de la Yaiza generó un gran debate público, ya que el hecho de haber sido asesinada por su madre provocó que inicialmente no se regulara como violencia familiar. Por lo tanto, aunque el caso de la pequeña no se encuentra en ningún registro como víctima de violencia familiar hoy día 13 de mayo un jurado popular empezará a juzgar y poner justicia a su muerte.
En este sentido, tanto la Fiscalía como la acusación particular piden prisión permanente revisable para la mujer, que está en prisión preventiva desde el 3 de junio de 2021. A la mujer, la acusan de asesinato con traición con la agravante de parentesco sobre víctima menor de 16 años. Por su parte, la su defensa pide su absolución y, alternativamente, una pena inferior con varios atenuantes como la eximente de trastorno mental transitorio y miedo insuperable y los atenuantes de confesión y arrebato u obcecación.
La madre, tras matar a la niña como herramienta para hacerle daño al padre, confesó al juez que había planificado la muerte de la menor durante meses. La noche anterior al asesinato, el 30 de mayo de 2021, la Yaiza se encontraba en el piso de su abuela materna, ya que hacía dos años que los padres se habían divorciado y cada semana la tenía uno de los dos. Aquella noche la madre drogó a la niña con sustancias sedantes. Después, durante la madrugada, la acusada asfixió a la pequeña mientras estaba sedada.

Según declaraciones de la propia madre, tras cometer el crimen llamó a la escuela de la Yaiza para decir que no iría, ya que “estaba enferma”. Asimismo, avisó a su trabajo que no asistiría.
Supuestamente, la madre habría intentado suicidarse con pastillas la misma noche de los hechos y estuvo recuperándose en el hospital, desde donde hizo su primera declaración. Además, dejó escritas varias cartas, una de las cuales iba dirigida a su exmarido, a quien las acusaciones piden que se le indemnice con 250.000. En la carta dirigida al padre de la criatura, decía: “Para Sergio, el culpable de todo esto, gracias”. En el interior de la misma, la madre dejó escritos fragmentos como: “Ahora te quedas sin hija y me lo llevo conmigo, que por eso la he parido yo”; “Suerte y gracias por conseguir que mate a tu hija”.
Para que ningún caso similar al de la Yaiza vuelva a quedar en el olvido, se aprobó un decreto en el que se considera víctimas a los niños agredidos por cualquier progenitor que quiere hacer daño al otro. Este cambio también está pensado por si hay víctimas, por ejemplo, de parejas homosexuales.