La crispación de muchos ciudadanos se hizo patente ayer a primera hora de la mañana, y es que los sabadellenses y sabadellenses se despertaban con una repentina y triste noticia: el
centro social ocupado L’Obrera
ya no existía.
Tal y como explicábamos, los Mossos d’Esquadra entraron de madrugada en el local y como no encontraron a nadie en el interior tiraron por el derecho y desalojaron y derribaron definitivamente el centro, que llevaba con fecha abierta para el desalojo desde el mes de enero. Así pues, a pesar del intento de desalojo que evitaron el pasado noviembre, ayer por la madrugada se ponía fin a la actividad social y dinamizadora que había llevado a cabo L’Obrera durante años.
Como respuesta, se convocó una manifestación a las 19 h de la tarde, que se inició ante el demolido edificio de L’Obrera y avanzó hasta el Ayuntamiento. Una concentración que reunió a más de medio millar de personas unidas por un mismo objetivo: “La Obrera se queda en el barrio”.
Una vez que la manifestación llegó a las puertas del Ayuntamiento, los y las manifestantes dejaron trozos de escombros y dejaron escrito en el suelo un mensaje bien claro y explícito: “¡Volveremos!“.
Las cargas expresadas han sido mayoritariamente contra el gobierno de la alcaldesa de la ciudad, Marta Farrés, además de los Mossos y la constructora NEDAX, propietaria del inmueble y dirigida por el exregidor de CiU en Sant Cugat, Pere Casajoana, a la que acusan de especular con el edificio.
Asimismo, en un comunicado emitido por los responsables del centro, explican que Nedax Constructora se dedica a “especular y a destruir espacios de su clase”. Finalmente, terminan el comunicado expresando que “no se acaba nada” y, “que el proyecto de la Obrera está bien vivo y va más allá de un espacio”. Por este motivo, animan a todos “a participar, ahora más que nunca, a todas las actividades y proyectos que se irán planteando en los próximos días y meses”.