El acusado de matar a dos abuelos en su piso de Barcelona en agosto de 2019 ha negado “rotundamente” los hechos y ha afirmado que “eran bellísimas personas“. Lo ha dicho en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona en el que ha apuntado que les había vendido varios productos como un sofá de masaje porque él trabajaba de comercial.
Ha apuntado que se ganó su confianza sin ningún objetivo concreto y que, incluso, en una ocasión el matrimonio le dejó una tarjeta de crédito para ir a sacar dinero al cajero.
También ha detallado que le dieron joyas de oro para que las vendiera y que su relación se rompió cuando lo “pusieron en un compromiso” al pedirle que les ayudara a vender y vaciar el piso donde vivían para ir a una residencia.
“Les dije que si no me llamaba su hijo no quería entrar en ese tema porque nunca acaba bien”, ha declarado.