Durante estos últimos meses, los casos de agresiones a los vigilantes del metro de Barcelona se han multiplicado y la inseguridad continúa en aumento en el transporte público. Hace un par de semanas, un vigilante perdió un ojo tras una discusión con un usuario que no había pagado su billete y hace dos días identificaron a 135 personas durante un macrodispositivo.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona quieren detener esta oleada de conflictos y satisfacer las necesidades de los vigilantes para disfrutar de más medidas de autodefensa. Por ello, a partir de este febrero han incorporado el gas pimienta al conjunto de herramientas para garantizar la seguridad.
El gas pimienta solamente estará permitido en situaciones de peligro inminente
Los responsables de garantizar la seguridad en el Metro de Barcelona han recibido con buenos ojos la nueva arma de defensa personal. En muchos de los incidentes afirmaron a las autoridades de los TMB que no tenían suficientes herramientas para hacer frente a los agresores. Por ello, el Ayuntamiento les ha proporcionado un tipo de hielo pimienta que no causa daño a los ojos, pero consigue aturdir durante suficiente tiempo a los infractores para garantizar su inmovilización.
Desde Cuatro, han mostrado la nueva medida de protección, similar a la que utilizan los profesionales de seguridad durante las formaciones. Este gel de pimienta es efectivo por menos de 2 metros y los vigilantes deberán advertir antes de usarlo. En el caso de accionar su mecanismo, los infractores no podrán ver correctamente durante un periodo de tiempo corto, lo que facilitará su detención.
Para algunos vigilantes de seguridad del metro, esta medida llega tarde. Aunque algunos cuerpos de seguridad ya les incorporaban el gas pimienta dentro de sus herramientas de trabajo desde hace años, la inseguridad en el transporte público ha obligado al Ayuntamiento a aprobar esta medida. De esta forma, tanto trabajadores como los usuarios han recibido con buenos ojos esta medida destinada a garantizar la seguridad de un espacio que se ha convertido en un foco de conflicto en diversos puntos de la Ciudad Condal.