sábado, 1 de junio de 2024
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La red de centros cívicos públicos de Ripollet inicia una nueva etapa

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La concejalía de Participación del Ayuntamiento ha presentado esta semana el plan de usos de los centros cívicos de Ripollet, surgido a partir del proceso participativo que se llevó a cabo entre febrero y abril de este año, abierto a entidades, asociaciones y ciudadanía en general. El plan de usos debe servir de hoja de ruta para ayudar a que la ciudad disponga de una buena red de centros cívicos, donde la ciudadanía y las entidades construyan espacios de relación y hagan comunidad. El Plan propone una implantación por fases y la creación de diferentes órganos de coordinación y trabajo. La presentación contó con la asistencia del alcalde de Ripollet, Luis Tirado; la concejala de Participación Ciudadana, Lurdes Serra, personal técnico municipales y el consultor cultural, Eduard Ribagorçana, encargado de elaborar el plan.

La concejala Lurdes Serra abrió los parlamentos, agradeciendo a las entidades su participación, especialmente, a las asociaciones de vecinos, “estamos trabajando con ellas para que empiecen a hacer cosas y a dar vida a estas asociaciones y al barrio”. Serra explicó que quieren “volver a llenar los centros cívicos de vida” y trabajar en estos espacios, que son de todos, así como acercar las entidades a los barrios “para que colaboren y crezcan en comunidad, con todos los vecinos y vecinas”.

Cine y más espacio para actividades y entidades

Para realizar el plan, se han realizado planos y mediciones de todos los locales, se han consultado datos estadísticos y se han recogido las opiniones y expectativas de la ciudadanía y las entidades, a través de una encuesta en línea y tres sesiones participativas.

De la encuesta es después de que las actividades que se echan más en falta en la oferta cultural de Ripollet son el cine y más espacios para actividades y entidades. Entre las actividades, se piden actividades físicas dirigidas y talleres de formación, así como una programación cultural de proximidad.

En las sesiones participativas, las entidades vecinales reivindicaron el papel histórico que han tenido y el reconocimiento al trabajo realizado, en la defensa de los derechos y servicios para los diferentes barrios. A pesar de reconocer que han reducido su actividad, sobre todo por problemas de relevo generacional, han mostrado interés de reactivarse y realizar más actividades en esta nueva fase, como talleres diversos, formación para personas adultas en informática o inglés, refuerzo extraescolar para niños, además de recuperar algunas celebraciones. En cuanto al resto de entidades han manifestado una gran necesidad de espacio para llevar a cabo su actividad, sacar adelante proyectos y fortalecerse. También reclaman espacios con diseño inclusivo y realizar actividades en torno a la maternidad y la crianza y una programación cultural. El Ayuntamiento, por su parte, ha manifestado durante todo el proceso la necesidad de ofrecer soluciones de espacio a las demandas que recibe y la posibilidad de promover nuevos servicios y proyectos propios.

Una red fuerte y cohesionadora en los barrios

El plan de usos apuesta por un proyecto de futuro con un modelo conjunto para los centros cívicos de Ripollet, a pesar de mantener su personalidad y autonomía dentro del barrio, con el objetivo de crear una red de equipamientos socioculturales comunitarios, que permitan la relación entre las personas, la articulación de comunidades y una mejor cohesión en la ciudad. La red ofrecerá espacios y recursos a las entidades; espacios para servicios del Ayuntamiento; impulsará proyectos de cultura comunitaria y trabajará conjuntamente, con corresponsabilidad y una mirada transversal. La implementación de estos cambios pasaría por varias etapas, ya que se requieren recursos y cambio de dinámicas.

La primera fase de implementación comenzará en breve con las entidades que deberán solicitar los espacios que necesiten. Durante el verano se iniciarán los trabajos de ordenación y asignación de espacios y así, durante el tercer trimestre del año se podría disponer de una primera parrilla de actividades de cada centro.

De cara a finales del próximo curso, cada centro cívico podría tener su propio órgano de gestión, que permitiría hacer una evaluación de su funcionamiento. Posteriormente, se crearía la figura de coordinación técnica para acabar a finales de mandato con la creación del consejo de todos los centros cívicos.

El acto de presentación lo cerró el alcalde de Ripollet, Luis Tirado, quien, además de agradecer a entidades y ciudadanía su participación, se mostró optimista en cuanto a la posibilidad de disponer de más espacios para actividades sociales y culturales. Así, recordó que en 2026 se espera tener acabado el equipamiento de Ca la Cristina, en el barrio de Pont Vell, y que también se está trabajando para disponer de espacios en las nuevas oficinas municipales que se harán en las dos plantas que ocupaba Mercadona en Pere Quart y para recuperar el local del antiguo ambulatorio de la calle de Montcada. Espacios ubicados en diferentes barrios, que permitirán dar respuesta a las necesidades actuales de entidades y colectivos.

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