.jpg)
La madre de Katy, una chica desaparecida en Barcelona hace dos meses, ha lanzado un mensaje de desesperación para acelerar la búsqueda de su hija.
Guisell Katherine de Sousa Quintero, conocida como Katy, es una joven de Valencia de 34 años que el pasado mes de abril desapareció en Barcelona.
La joven, diagnosticada con un trastorno de salud mental desde el año 2009, necesita medicación, pero no la estaba tomando, un hecho que aumenta la preocupación de su madre Irene. De hecho, ella es la última que recibió cualquier tipo de comunicación de su hija, el mismo día de su desaparición.
“Me tienen secuestrada. Me matarán, mamá”, escribió la Katy a su madre antes de que su teléfono dejara de dar señal y desaparecer sin dejar rastro. La última vez que se la vio fue en la estación de autobuses de Barcelona e iba sola.
Días después de su desaparición se registró un movimiento bancario en su cuenta corriente. Se hizo desde París, en Francia, y cerca de la embajada española, pero nadie tiene pruebas de que ella estuviera allí y no hay ninguna imagen que la ubique en el país vecino.
La Irene, su madre, cree que su hija no estaba en Francia y que alguien más usó su cuenta corriente. Según explica a ‘Telecinco’, “mi hija es una persona con carrera, formada, muy ilusionada por empezar a trabajar. Pero necesita medicación, y podría haber tenido una crisis y ponerse enferma. No puedo estar así. Ha habido días que no he comido por desesperación. Necesito saber si mi hija está viva o muerta”, lamenta la mujer.
El juzgado de Valencia está investigando el caso, pero en principio han clasificado el caso como una “fuga voluntaria” y creen que la Katy no está incapacitada, a pesar de los avisos de su madre.
Una desaparición sospechosa
El 22 de abril, la Irene recibió la visita de un hombre a su casa que le entregó parte de la documentación de la Katy, que había encontrado en un rellano en Valencia. La mujer puso este hecho en conocimiento de la Policía y poco después consiguió hablar con la Katy.
A pesar de todo, la joven prosiguió con su camino y es entonces cuando las cámaras de la estación de autobuses de Barcelona la captaron allí. Su madre no sabe por qué la Katy fue a Barcelona, pero pensó que sería un viaje rápido.
El 27 de abril, la Irene recibió el mensaje donde la chica decía que la habían secuestrado y ella volvió a ir a la comisaría a denunciarlo. Desde entonces han pasado casi dos meses y la Irene no ha vuelto a tener noticias de su hija.
Cree que es imposible que su hija no la haya llamado en dos meses si realmente estuviera bien. Está convencida de que el uso de su tarjeta de crédito en Francia fue fraudulento, sea porque la perdió o porque alguien le había robado, y pide al juzgado de Valencia que siga investigando.
