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El juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Rubí ha cerrado la instrucción por la muerte bajo custodia policial de un detenido por los Mossos d’Esquadra en 2022. El juzgado archiva el caso contra tres mossos investigados y deja a punto de juicio al médico que lo medicó justo antes de que el joven Brian Ríos entrara en el calabozo. La jueza ve una posible imprudencia profesional, ya que el médico le suministró sedantes y dejó que lo introdujeran en la celda inconsciente.
Los hechos tuvieron lugar el 21 de agosto de 2022. Según recoge el auto de la jueza encargada del caso, Ríos, tras ser detenido en la vía pública en estado de embriaguez y con una actitud muy agresiva, fue trasladado al CUAP de Rubí donde el médico que lo atendió le suministró 0,10 mg de Midazolam y 0,25 mg de Sinogan, dos fármacos depresores del sistema nervioso central.
Poco después fue dado de alta y trasladado inconsciente, como consta en las imágenes de las cámaras de seguridad, en los calabozos de los Mossos d’Esquadra, donde murió horas después.
Aunque la autopsia no concretó una causa “determinante” de la muerte, los forenses la describieron como una “muerte súbita en un contexto de ingesta abusiva de alcohol”. En su declaración ante el juez, los forenses ratificaron que todas las pruebas que se le practicaron no precisaron la causa de la muerte y que la tasa de alcohol que presentaba no era lo suficientemente elevada para provocarla. Tampoco se le detectó presencia de drogas, “sólo rastros de medicación”.
Los forenses también dejaron claro que el cuerpo de Ríos no presentaba heridas, hematomas o fracturas “ni ningún otro indicio similar que apuntara a un exceso de contención por parte de los agentes responsables de la detención o de su custodia”. Razón por la que la jueza decidió archivar la causa contra los tres agentes de los Mossos d’Esquadra investigados.
Sobre la presencia de medicamentos en el cuerpo de Ríos, los forenses no descartaron que pudiera ser la causa de su muerte, pero al encontrar pequeñas cantidades no lo pudieron determinar. Con todo, recordaron el riesgo que supone mezclar fármacos con alcohol.
En su escrito, la jueza destaca que las grabaciones de las cámaras de seguridad y las declaraciones de los sanitarios y de los agentes contradicen la versión del doctor, quien aseguró haber dado el alta en Ríos siendo consciente, cuando los vídeos muestran que salió del centro en silla de ruedas aparentemente dormido y que entró en el calabozo de la comisaría en brazos de los agentes.
