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Inma Escriche es una mujer nacida en Barcelona que hace ocho años que lucha contra el cáncer de pulmón aunque, en un primer momento, los médicos le dieron “cuatro meses de vida”. Cuando le diagnosticaron la enfermedad, los médicos no le dieron una opción de tratamiento, pero ella no lanzó la toalla y buscó segundas opiniones hasta que otro oncólogo le ofreció un tratamiento alternativo.
El Inma entró en un ensayo clínico de la inmunoterapia, que se ha demostrado como un tratamiento efectivo en la lucha contra el cáncer. Durante cuatro años, estuvo tomando una medicación que le dio calidad de vida y, sobre todo, alargó su esperanza de vida, más allá de los cuatro meses que le habían dado.
Pero cuatro años después, este tratamiento dejó de funcionar, su cáncer se extendió y desarrolló una metástasis. Entonces, le prescribieron un tratamiento más agresivo, pero le provocó alergia y casi pierde la vida por un choque anafiláctico.
El Inma explica a Telecinco que “voy a dejar de sentir y de escuchar. Yo cerré los ojos y pensé que todo había terminado. Pero los médicos me estabilizaron y descubrieron lo que había pasado”.
117 sesiones de quimioterapia
El nuevo tratamiento acabó funcionando, pero durante poco tiempo, por lo que la Fundación Jiménez Díaz le propuso un “último intento”: un tratamiento con DOCETAXEL, un fármaco muy potente del que muy poca gente llega a completar más de dos sesiones.
El Inma lo hizo y el cáncer frenó temporalmente, pero luego se convirtió en un carcinoma peritoneal muy grande al que pudieron hacer una biopsia. Mientras esperaban los resultados, su oncólogo le inyectó una quimioterapia combinada que no sabía si podría funcionar. No lo hizo, y el Inma pasó unas fiestas de Navidad muy duras en las que incluso su hija lo daba todo por perdido.
Afortunadamente, hace unas semanas el Inma recibió la llamada de su doctor diciendo que su cáncer había mutado en un nuevo tumor que sí tenía un tratamiento que podría funcionar: el medicamento ENTRECTINIB, un fármaco que ataca directamente las células cancerosas.
Ahora, el Inma por fin tiene la esperanza de que este medicamento sí consiga frenar el cáncer y le permita tener un poco más de tiempo para pasarlo con la familia, los amigos y las actividades que más le gusta hacer. Según ella misma ha explicado en Instagram, la terapia “es tan nueva que solo hace unos días que se ha aprobado su uso en España”. Desde que le diagnosticaron la enfermedad, el Inma se ha sometido a 117 sesiones de quimioterapia.
