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Los riesgos ambientales relacionados con el clima son actualmente unos de los principales retos de las ciudades. Granollers trabaja para fortalecer su resiliencia hacia estos impactos, como son las olas de calor, la sequía o las inundaciones.
Gran parte de las ciudades, entre ellas Granollers, están formadas por amplias superficies con pavimentos impermeables. Esto hace que en verano se acentúen los efectos de las olas de calor o que en episodios de lluvia intensa el agua no pueda ser absorbida por el suelo. Cuando el agua sobrepasa la capacidad del alcantarillado, desliza por las superficies hasta llegar al río, aumentando el riesgo de inundaciones.
Desde hace 16 años, el Ayuntamiento desarrolla un programa de intervención en el cauce del río Congost para reducir los riesgos de las crecidas, con actuaciones en Can Cabanyes, Palou, El Lledoner y, actualmente, en el centro de la ciudad. Se han llevado a cabo obras de bioingeniería para estabilizar taludes, proteger escolleras y muros de canalización. Se han retirado obstáculos fluviales para mejorar el flujo del río, así como vegetación invasora. Y se han creado taludes naturales integrando el muro de canalización, para mejorar la respuesta hidráulica general y el favorecimiento de la conectividad ecológica.
El proyecto de naturalización de la ciudad
Granollers está implementando diversas actuaciones para renaturalizar la ciudad. Una de ellas es el proyecto Conecta Congost Natura que, en uno de sus ámbitos, actúa en el tramo central del río Congost para recuperar la conectividad y la dinámica fluvial los espacios permeables a su alrededor, y aumentar la superficie de sombra.
En los últimos meses, el proyecto ha retirado el asfalto del paseo Fluvial en 9000 m2 de su trazado central, facilitando que tanto el paseo como el parque del Congost se conviertan en zonas inundables con capacidad de absorber el agua en caso de fuertes lluvias o avenidas. Esta es una de las funcionalidades de los parques urbanos permeables, que pueden actuar protegiendo infraestructuras y barrios de la ciudad, de acuerdo con los modelos de inundación aprobados por la Agencia Catalana del Agua.
También, se están construyendo grandes alcorques vegetados y superficies de infiltración de agua, siguiendo las técnicas de los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS).
Actuaciones en el río Congost
El proyecto actúa también en el cauce del río Congost, en su paso por la ciudad. Actualmente, el río está canalizado de forma artificial por dos muros longitudinales y una serie de traviesas horizontales que crean un curso rectilíneo del agua, lo que propicia que el agua coja gran velocidad en caso de lluvias intensas o avenidas.
El objetivo de las actuaciones es recuperar una dinámica del río con mejor funcionalidad y más segura, y restaurar un paisaje fluvial naturalizado, con diversidad de hábitats. Las intervenciones se han diseñado siguiendo experiencias previas ejecutadas con éxito en tramos del río Congost a la altura de Palou (proyectos con la Fundación Biodiversidad y la Agencia Catalana del Agua) y el Lledoner (proyecto europeo LIFE Alnus).
Se ha comenzado retirando la vegetación alóctona que incrementa el riesgo de inundabilidad, especialmente las especies exóticas invasoras como la caña o el ailanto. Esta vegetación supone un riesgo porque puede colapsar los cauces y las infraestructuras viarias que las atraviesan, en caso de riadas.
Después, se integrará un tramo del muro del río en una margen natural, para restablecer la conectividad del río con el parque y favorecer la mejora del comportamiento hidráulico, especialmente en avenidas fluviales medias.
La actuación contempla suprimir la parte superior del muro de aguas altas en unos 240 m de la margen izquierda del río Congost y crear un talud vegetado que hará la función de integración ambiental del muro de hormigón actual. Se trata de una supresión parcial de la parte visible del muro, manteniéndose el muro soterrado para la protección de las canalizaciones y servicios que pasan por el camino fluvial. Esta actuación no supone un incremento del riesgo de inundación en la ciudad, ya que el paseo Fluvial y el parque del Congost actúan como barrera de absorción del agua.
Finalmente, se eliminará la parte central de las traviesas transversales de hormigón del cauce bajo y se retrasará la escollera, con el objetivo de obtener un nuevo cauce ampliado de los 20 a los 41 m de anchura. Esto permitirá recuperar la dinámica fluvial y reducir el riesgo de inundabilidad. Trabajos similares se han efectuado anteriormente en los tramos del río Congost a Palou (2008-2022) y en el Lledoner (2019).
