Gavà se prepara para una segunda mitad del mandato en la que la vivienda, el urbanismo o los proyectos deportivos transformarán el municipio de El Baix Llobregat. De hecho, el Ayuntamiento ha reorganizado su gobierno municipal para dar salida a estos “proyectos estratégicos”. Hablamos de estos cambios con su alcaldesa, Gemma Badia, que también repasa el estado de la seguridad -área que lidera-, las soluciones por la falta de arena en la playa o la “tranquilidad” que le ha trasladado el Gobierno de la Generalitat en cuanto a la “paz acústica” de los vecinos con el aeropuerto.
Llegan al ecuador del mandato con cambios en el gobierno. ¿Por qué han aplicado estas modificaciones?
La segunda parte del mandato demanda muchísima actuación en vía pública, proyectos, urbanismo o vivienda. Lo que he querido con este pequeño cambio es poner la parte de urbanismo centralizada con la vivienda y la ecología. Creo que tienen que ir de la mano y nos asegura que los frentes que preocupan a la ciudadanía vayan muy bien atados. Por otro lado, la tenencia que llevaba deportes también llevaba gente mayor, un colectivo que se tiene que dinamizar mucho. Como vienen muchos proyectos deportivos, hemos decidido separarlas.
Quieren ser un “referente deportivo” con los diversos proyectos deportivos que pondrán ahora en marcha. ¿Qué veremos?
La primera actuación que se está licitando es la base náutica. Es abrir Gavà al deporte marítimo. Hemos preparado una licitación que preserva los servicios del barrio, ofreciendo incluso más dentro del centro cívico, pero que también apuesta por una oferta deportiva que queremos que llegue a las escuelas con precios asequibles. Después viene la piscina descubierta, que es una petición desde hace mucho tiempo. Había el compromiso y el proyecto inicial se está trabajando.
Por otro lado, tenemos una reforma de casi 2 millones de euros del pabellón Jacme March. Se arregla todo, prácticamente tendremos uno nuevo. En Can Torelló hacemos pistas de volley playa y adaptamos puntos de la vía pública al deporte. Además, estamos trabajando para que Las Massotes tenga un pabellón, que necesita Gavà. La actividad física y el deporte van de la mano de nuestro proyecto de ciudad.
“La actividad física y el deporte van de la mano de nuestro proyecto de ciudad”.
Tienen muchas cosas en cartera por estos dos años.
Tengo muchas cosas y muchas ganas. Los proyectos pasan por remodelaciones de calles, campañas de asfaltado de más de un millón de euros, aceras, sombras o parques infantiles. La cocina de la administración pública es muy lenta y ahora todo empieza. La intención es llegar con muy pocos problemas de obras lo antes posible. Que se apliquen de manera rápida y solvente. Haremos una reforma de la ciudad como no se ha visto desde hace 15 años. Cuando se vean los cambios, la imagen será muy positiva y de una forma que te apetece.
El año pasado se quejaba de la falta de implicación del gobierno de la Generalitat con cuestiones como la vivienda. ¿Eso ha cambiado?
Es obvio el cambio de tendencia. Desde el plan sectorial territorial de vivienda hasta el plan 50.000. Nosotros hace dos meses firmamos un protocolo con la consellera para desarrollar 400 viviendas de protección oficial en los próximos años. La Generalitat se ha puesto las pilas. El proyecto está más que justificado en un municipio como Gavà, que tenemos 3.000 personas que no quieren marcharse o quieren volver al municipio.
Como dice, hay un gran número de personas que quieren seguir viviendo en la ciudad. ¿Qué proyectos de vivienda desplegará Gavà?
En la última promoción, las condiciones que marcamos eran que fueras de Gavà, que quisieras volver o que trabajaras. Todo quedó asignado a gente de Gavà. Es decir, la demanda es real. Los proyectos de vivienda pasan por vivienda dotacional en medio del pueblo, el Roca City que ofrecerá un buen número de viviendas de protección oficial o las viviendas de HPO en la parte de Can Ribes. Estamos siendo responsables con la oferta que se demanda.
“El cambio de tendencia con la vivienda es obvio. La Generalitat se ha puesto las pilas”
El tercer CAP va según el calendario. Ahora añaden la demanda de recuperar el consultorio en Gavà Mar. ¿Es optimista?
La consellera vino a visitar las obras del CAP 3. No será como el CAP 1 o el CAP 2. En este caso es un CAP de especialidades con radiología, pediatría o salud mental. Una oferta imprescindible para la ciudad. Aparte, necesitamos la recuperación de los servicios en Gavà Mar. Soy más que optimista y creo que la cosa irá de una manera progresiva. Todos los movimientos deben estar justificados, pero con una población censada de más de 6.200 personas está más que justificado. Si vas hoy al centro todavía te encuentras las literas o las mesas. La rehabilitación es mínima.
¿Cómo lo harían?
La fórmula que hemos hablado con la consellera sería que nosotros lo preparamos para que puedan entrar cuando quieran y solo faltaría que nos pusieran la gente. Es sólo chapa y pintura. Funciona todo. Ahora bien, no será un desembarco a todo gas. Será de manera progresiva para ver que la ciudadanía va. Creo que el barrio está preparado para demostrar que hace falta.
Destacan los buenos datos en seguridad, pero ¿hay algún punto en el que quieran incidir?
En datos estoy muy satisfecha. Sobre todo cuando te ponen sobre el mapa que Gavà es la ciudad que tiene la tendencia de delitos más a la baja. La mejoras pueden estar en el incivismo. Mucha gente que viene de fuera a la playa no tienen el sentimiento de pertenencia y nos podemos encontrar suciedad o gente que hace cosas que no tocan. Aquí podemos actuar más, pero tiene que ir de la mano del civismo.
“Gavà es la ciudad del entorno con la tendencia delictiva más a la baja”
Se ha puesto mucho el foco en la multirreincidencia. Gavà también lo sufre?
La multirreincidencia es un tema de todos y es desgastante para la ciudadanía y la policía. Soy muy rotunda. Todas las propuestas que pongan límite serán bienvenidas y alabadas. En algunos casos es muy indignante. La impunidad no puede existir.
El PSC ha puesto esfuerzos en remarcar que la seguridad es también de izquierdas. ¿Se ha conseguido trasladar este mensaje?
La seguridad es de todos, no tiene color. Quien quiera coger la bandera de la seguridad como propia se equivoca muchísimo. La seguridad nos permite garantizar los derechos y tener una vida en convivencia. Para la izquierda es vital. No hemos hecho bandera porque era obvio para nosotros, pero si lo tenemos que levantar, lo hacemos. No es de izquierdas o de derechas, es de ciudad.
Este viernes La Vanguardia hablaba de las intenciones del presidente Illa de ampliar el aeropuerto. Ustedes se han visto afectados por el debate estos años. ¿Cómo lo ve?
La ampliación del aeropuerto la encuentro necesaria, pero lo más importante para mí es la paz acústica. Es una línea roja. Considero que los servicios técnicos de la Generalitat tienen muy presente qué acciones pueden tomar. Me interesa que me digan lo que ya sé: que no hay ninguna alteración de la paz acústica de nuestro barrio de la playa. Esta es la garantía que necesito para tener calidad de vida.
Hace ahora un año el señor Aragonès nos decía que durante el verano en un intervalo de horas se podría pasar por encima de la playa. No puedes ir a pasar el día tranquilamente a la playa, que te pase un avión por encima y le veas prácticamente la cara al piloto. Hay que tomárselo de una manera seria, que es como se está haciendo. En todas las conversaciones que he tenido con la Generalitat de Cataluña la paz acústica está garantizada.
“La seguridad no es de izquierdas o de derechas, es de ciudad”
¿Respira tranquila?
Respiro tranquila ahora gracias a las conversaciones con la Generalitat y la confianza en los técnicos. Respiro tranquila por mi ciudadanía.
La Zona de Bajas Emisiones ha comportado algunas protestas. ¿No se está explicando lo suficientemente bien?
La gran mayoría la entiende. Cuando ves un coche que saca mucho humo, te extrañas de que esté autorizado. Es un tema de conciencia. Antes se podía fumar en los bares o en el centro médico, mientras que ahora no lo entendemos. La responsabilidad de no contaminar dentro de la ciudad ayuda a la salud de las personas que vivimos en ella.
Ahora bien, tanto se vale si estamos a favor o en contra. Formamos parte de aquellas ciudades de menos de 50.000 habitantes que tenemos unos niveles de CO₂ elevados. Tenemos que aplicar la normativa y lo hemos hecho de manera pedagógica. De todas maneras, no entramos en el tema punitivo como si fuera lo más importante, sino al revés. Hemos intentado que la reincidencia no penalice, sin buscar la recaudación.
En las playas también vamos en la dirección de evitar el humo del tabaco.
Hay una campaña de la Diputación de Barcelona que engloba todo el litoral. Hemos querido hacer un primer verano de aviso sin multar. No se trata de más prohibiciones, sino de conciencia. La playa es un lugar donde van niños, no la terraza de una discoteca. Ahora vemos normal que no nos reciba un médico con el cigarrillo en la boca, pero cuando se limitó nadie lo entendía.
“En todas las conversaciones con la Generalitat sobre el aeropuerto la paz acústica está garantizada”
Más allá del tabaco, ¿qué futuro tiene la playa de Gavà con respecto a la arena?
Pasa por soluciones estructurales. Fuimos a ver cuáles se aplicaban a otros territorios costeros como Sète (Francia). Actualmente, estamos poniendo pegatinas. ¿Las aportaciones de arena son necesarias? Sí. ¿Son la solución? No. Estamos afectados por infraestructuras como el Puerto de Barcelona, perjudicándonos por las corrientes. Por ejemplo, Castelldefels está mucho menos afectada que nosotros. Por ello, debemos buscar una solución estructural.
¿Hay alguna prioritaria?
El trabajo lo tiene que hacer Costas con la Generalitat. Vamos a ver ejemplos para saber qué se puede hacer. Lo que quiero es que lo solucionen.
Tuvimos hace poco la 70ª Feria de Espárragos. ¿Qué necesita el campesinado para mantener esta continuidad?
Estamos muy contentos de la Feria porque es un buque insignia. El futuro del campesinado pasa por dos temas importantes. El primero son las infraestructuras. En una zona como el Delta necesita una inversión en infraestructuras, que está comprometida con la Generalitat. Tenemos 7 millones para empezar. La segunda es cómo funciona el campo y la producción. Aquí entran muchos actores. Desde la logística, si tienen que marcharse o no a la empresa; el hecho de que sean espacios más pequeños, donde no se optimiza el rendimiento, o la misma normativa. Queremos respeto a una actividad que nos da de comer. Necesitamos kilómetro cero, sostenibilidad y producto de calidad. Eso lo tendremos si cuidamos el campo.