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En Granollers se realizan 14.500 recogidas anuales de voluminosos, es decir que cada día del año se atienden unos 40 puntos.
Antes de la puesta en marcha del nuevo sistema, la mayoría de voluminosos se dejaban en la calle de manera incívica: sólo el 25% de las personas que tiran trastos llamaban a la oficina para concertar día para bajarlos, el 75% los dejaba en la calle sin hacer ningún aviso.
En las tres primeras semanas de funcionamiento del nuevo modelo, el porcentaje de personas que saca los muebles y trastos viejos cuando toca se ha incrementado hasta el 48%.
¿Cómo se aplica el nuevo sistema?
La ciudad se ha distribuido por zonas, con criterios de proximidad de los barrios y por la cantidad de muebles y trastos que se tiran de media en cada vecindario.
Los vecinos y vecinas pueden sacar los voluminosos un día concreto de la semana, según el barrio en el que vivan.
Las viviendas diseminadas deben seguir llamando a la Oficina de gestión de residuos y limpieza viaria para concertar una cita cuando necesiten tirar muebles y trastos viejos.
Esta organización pretende optimizar el servicio y reducir emisiones contaminantes. Esta particularidad se da en sectores del barrio de Palou y de Can Gili, así como en viviendas que se encuentran en polígonos industriales.
Los voluminosos se pueden sacar al portal de casa de domingo a jueves, de 19 h a 23 h. El lugar para dejarlos es delante de casa, pero si la acera es estrecha o hay cualquier otro problema, se pueden dejar al lado del área de contenedores más cercana.
Los vehículos del servicio pasan al día siguiente, a lo largo de todo el día, a recoger los muebles y trastos que se han dejado el día que toca.
Si se han sacado un día equivocado, los residuos quedan en la calle hasta el día que vuelve a tocar recogida en ese barrio concreto, excepto materiales que pueden implicar algún peligro, que se recogen en seguida.
Los objetos que se pueden quitar son: muebles, colchones, somieres y maderas.
En cambio, deben ir a la desechería: residuos peligrosos, como fluorescentes, pinturas, disolventes o aceites, los espejos y cristales planos, los restos vegetales y otros objetos como electrodomésticos, aparatos electrónicos o juguetes.
Durante las primeras semanas de puesta en marcha del nuevo sistema, el personal del servicio está dejando avisos en los puntos donde se han encontrado muebles y trastos donde no toca o el día que no corresponde, pero a partir de septiembre la policía local empezará a hacer seguimientos exhaustivos y se sancionarán los incumplimientos del calendario y los comportamientos incívicos, por importes que oscilarán entre 750 y 3.000 euros.
Toda la información sobre el servicio se puede consultar en el webgranollers.cat/voluminososon se puede buscar calle por calle qué día se deben tirar los trastos.
En el mes de agosto el servicio funcionará con normalidad.
