El último 25 de julio, el Ayuntamiento de Barcelona clausuró dos de las pistas deportivas del Deportivo Rocafort, que forman parte de la escuela Salesians Rocafort (calle Rocafort, 42), porque un par de vecinos consideraban que superaban el límite acústico permitido por la normativa municipal.
Las actividades escolares, según informa la dirección de la escuela, cumplen con la normativa municipal en cuanto a emisiones acústicas permitidas en centros educativos. Por este motivo, la decisión de precintar las pistas deportivas ha sorprendido a la comunidad escolar, que ve esta medida como desproporcionada y muy injusta.
“Esta escuela hace 130 años que está abierta y nunca había provocado ningún tipo de problema. Cerrar una parte del equipamiento escolar es un hecho grave porque impide ejercer los derechos fundamentales de nuestros alumnos. Sin embargo, también los jóvenes del barrio, que hacen extraescolares aquí, salen perjudicados con esta medida. Todas las actividades que realizamos tienen fin a las 21 horas. Nunca hemos hecho ninguna acción de madrugada, como han informado algunos medios de comunicación”, explica el titular de la escuela, Narcís Ribagorçana i Ramió.
Un gran impacto sobre los niños
La clausura de las pistas deportivas ha provocado un gran perjuicio en las actividades educativas y deportivas de la escuela. Estos espacios son esenciales para las clases de educación física y la realización de actividades extraescolares. La eliminación de dos de las pistas afecta directamente a unos 730 niños y jóvenes que hacen uso regularmente de ellas.
Esto compromete gravemente su derecho a disfrutar de actividades físicas, consideradas fundamentales para su desarrollo saludable. “No podemos cerrar a las 19:00 horas de la tarde porque la escuela hace un servicio por el barrio. Se reivindican patios abiertos, y nosotros somos uno de ellos. Además, el polideportivo es un lugar cerrado. De hecho, no hay ninguna ventana. Es el espacio que menos ruido hace. Respecto al patio de arriba, que está abierto, podemos negociar nuevas medidas para evitar el malestar dicen sufrir algunos vecinos. Queremos compaginar la convencía con la importancia de la realización del deporte”, expresa.
Clase en la calle
Sin ningún tipo de alternativa, la escuela se ha visto obligada a hacer una clase de educación física en la calle. Había un grupo que todavía no había podido hacer ninguna clase práctica de Educación Física, por lo que se tuvo que realizar una alternativa. A pesar de ser la primera vez que se lleva a cabo esta acción, desde la escuela destacan que, si la situación continúa sin resolverse, es probable que se repita en el futuro.
La clase, que se desarrolló con los alumnos de entre 11 y 12 años, se realizó en la avenida Mistral, una calle ancha con mucho espacio peatonal. Desde la escuela aseguran que la actividad se planificó con cuidado para garantizar la seguridad de los menores, con la supervisión de cuatro adultos responsables.
Reivindicación por la apertura de las pistas
Ante esta situación, la comunidad educativa pide el apoyo de todos para revertir esta decisión y conseguir la reapertura inmediata de las pistas deportivas para el uso escolar. Para ello, han iniciado una campaña de recogida de firmas, a través del portal “Change.org“, con el objetivo de hacer llegar su reivindicación a las autoridades competentes.
