Los Mossos d’Esquadra han dado a conocer, a través de sus redes sociales, el caso de un motorista echado por un radar móvil del cuerpo, que circulaba a 178 kilómetros por hora por la carretera C-17, en un tramo donde la velocidad máxima permitida era de 80 km/h.
El tramo, a su paso por La Garriga (Vallès Oriental), tiene dos carriles y está separado por una mediana, pero el trazado es bastante sinuoso, por lo que concentra una alta siniestralidad. A pesar de ello, el motorista circulaba a más del doble de la velocidad máxima permitida.
La rápida intervención de los agentes permitió detener al conductor poco después de haber cometido la infracción. El hombre quedó detenido por un delito contra la seguridad del tráfico, lo que le puede conllevar de 3 a 6 meses de prisión y la retirada de 1 a 4 años del permiso de conducir.