domingo, 23 de junio de 2024
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Dani Alves será juzgado este lunes por la agresión sexual en una discoteca de Barcelona

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La Audiencia de Barcelona juzga desde este lunes al exfutbolista brasileño del Barça Dani Alves por la supuesta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona el 31 de diciembre de 2022. El jugador se enfrenta a una posible pena de 12 años de prisión por agresión sexual y a una indemnización de 150.000 euros, que ya ha pagado, diez años de libertad vigilada y diez años de prohibición o aproximación a la víctima. Alves está en prisión preventiva desde hace más de un año. Defiende su inocencia, pero ha cambiado de versión y de abogados varias veces, mientras que las pruebas contra él son bastante sólidas desde un inicio. El juicio ha levantado una gran expectación mediática y se prevé que dure hasta el miércoles por la noche.

Mientras la acusación particular pide 12 años de prisión, la fiscalía pide nueve para Alves, que está en prisión preventiva desde el 20 de enero de 2023 y ha cambiado dos veces de abogado. La exdefensa azulgrana ha cambiado varios golpes de versión, negando al principio que conociera a la chica, después de que el sexo fue instigado por ella, al haberle hecho una felación mientras él defecaba en el inodoro, y posteriormente que fue una penetración vaginal consentida por los dos. Finalmente, en su escrito de defensa por el juicio, alega que iba muy bien. Ninguna de las versiones de Alves le han servido para salir de la cárcel, ni tampoco sus esfuerzos para demostrar el arraigo en Cataluña que supuestamente minimizaría el riesgo de huida del país.

Según la fiscalía y la versión mantenida desde el primer momento por la chica, el astro brasileño y un amigo las invitó a ella, su primo y una amiga a subir al reservado de la discoteca Sutton donde estaban bailando la madrugada del 30 al 31 de diciembre. Inicialmente se negaron, pero tras insistir, las chicas acabaron subiendo a la zona hacia las 3.20 horas. Estuvieron bailando los cinco y Alves se habría fijado mucho en la chica, a quien se acercaba para bailar y abrazarla. En dos momentos determinados, él se puso detrás de la joven, le cogió la mano y la acercó a la zona del pene. Pero la chica apartó la mano rápidamente.

Hacia las 3.42 horas, Alves fue hacia la puerta que daba acceso a la denominada ‘suite’, un pasillo que da acceso a un pequeño lavabo y una habitación con sofá. Entró, y dos minutos después sacó la cabeza por la puerta e indicó a la chica que fuera hasta allí. La chica, tras la insistencia de Alves, estuvo allí y el futbolista cerró la puerta. Una vez los dos allí, Alves la introdujo en el lavabo y también cerró la puerta detrás de él. Una vez dentro, la joven se sorprendió de encontrarse en un lavabo diminuto y quiso salir, pero Alves se negó y comenzó a tocarla con afán sexual.

Alves se sentó sobre la tapa del inodoro, cogió a la chica fuerte por la cintura y la obligó a sentarse encima. Le levantó el vestido y, ante la negativa de la chica, él mantuvo una actitud “despectiva” hacia ella. El futbolista se bajó los pantalones, estiró con fuerza el cabello de la chica, la hizo caer al suelo de rodillas e intentó obligarla a hacerle una felación. La chica se resistió y Alves le dio varias bofetadas en la cara mientras le exigía varios golpes que le dijera: “Soy tu”.

La chica pidió marcharse varias veces, pero Alves no le permitió. La denunciante, ante la imposibilidad de salir de aquel espacio tan pequeño y la actitud violenta del futbolista, se sintió “impresionada y sin capacidad de reacción” y sintió que le faltaba el aire por la situación “de angustia y terror” que estaba viviendo.

Alves la levantó del suelo, la puso de espaldas a él y le tocó todo el cuerpo. Le intentó hacer sexo oral, pero la víctima se opuso. Finalmente, inclinó a la joven hacia el inodoro y la penetró vaginalmente sin preservativo.

Hacia las 4.00 de la madrugada Alves salió del lavabo y dejó a la víctima allí. Se dirigió a su mesa del reservado, cogió una copa y fue hacia otra mesa. Pocos segundos después salió la chica, se dirigió a su primogénita y le pidió marcharse inmediatamente. Salieron sin despedirse de Alves, pero sí del amigo de éste.

Al marcharse, se puso a llorar en el pasillo de salida, explicó los hechos a su primogénita y el personal de la discoteca activó inmediatamente el protocolo contra agresiones sexuales. A las 4.06 Alves y su amigo salieron rápidamente de la discoteca, se cruzaron con las chicas, pero no les dijeron nada.

Indicios contra Alves

Según los forenses, la chica sufrió lesiones leves en la rodilla derecha y actualmente todavía tiene un trastorno por estrés postraumático de nivel elevado, y sigue tratamiento psicológico.

La versión de la chica se ha visto corroborada periféricamente por varias cámaras de seguridad, testigos, huellas dactilares de ella en el lavabo, ADN de él en la ropa y la vagina de ella y lesiones que ella sufrió compatibles con su relato. En cambio, Alves ha cambiado varios golpes de versión, negando al principio que conociera a la chica, después de que el sexo fue instigado por ella, que le habría hecho una felación mientras él defecaba en el inodoro, y posteriormente que fue una penetración vaginal consentida por los dos. En su escrito de defensa aporta una nueva versión asegurando que iba tanto bebido que no controlaba totalmente lo que hacía.

En esta última versión, el exdefensa brasileño, que entonces tenía 39 años, sigue defendiendo su inocencia, pero también asegura que aquella noche iba muy ebrio mientras mantenía relaciones sexuales con la joven. Con la introducción de esta nueva versión, la defensa pretende que, si es condenado, se le tenga en cuenta la atenuante de embriaguez para reducir la pena. Se da la circunstancia de que hasta ahora Alves no había mencionado la supuesta ingesta importante de alcohol durante las horas previas a los hechos. Además, ni las imágenes de las cámaras de seguridad ni los testigos han mencionado esta posibilidad. Para intentar demostrar este detalle, la defensa ha aportado algunas imágenes y facturas de los locales donde previamente ingirió alcohol, así como la declaración como testigo de su mujer, la modelo Joana Sanz, para que afirme si aquella noche llegó ebrio a casa.

En los últimos meses la defensa de Alves, tanto su segundo abogado, Cristobal Martell, como la abogada que tiene ahora, Inés Guardiola, ha intentado negociar un pacto de conformidad con la fiscalía y la acusación particular, pero de momento no se ha salido, ya que la acusación particular pide unos años de cumplimiento de prisión que la defensa no acepta.

Expectación por el juicio

El juicio contra el futbolista con más títulos oficiales de la historia ha generado una importante expectación mediática que obligará a ampliar el espacio para la prensa dentro del Palacio de Justicia. Se han acreditado 270 profesionales, 40 de ellos extranjeros, de 70 medios de comunicación, 23 de ellos de países como Brasil, Argentina, México, donde jugaba en el momento de los hechos, Francia, Alemania o Reino Unido.

Este lunes por la mañana comenzarán las cuestiones previas. También está previsto que declare Alves, aunque podría hacerlo al final de todo del juicio. Y se prevén seis de los testimonios principales. El martes y el miércoles el juicio se celebrará sólo en turno de tarde, algo poco habitual pero que se ha decidido para poder hacer las sesiones lo antes posible. El martes se prevén hasta 22 testigos, y el miércoles será el turno de los informes periciales, el interrogatorio de Alves si no se ha hecho el lunes, las conclusiones definitivas, los informes finales y el último turno de palabra del acusado.

Hace unas semanas la madre de Alves hizo públicas unas imágenes y el nombre de la chica que denunció a su hijo. La mujer publicó en redes sociales, y algunos medios brasileños lo replicaron, imágenes de la chica extraídas de las redes sociales de la joven o de su entorno, además de publicar su nombre y reivindicar la inocencia del jugador. El juzgado de Barcelona que ha investigado el caso pidió a las partes que reservasen la imagen y la identidad de la víctima, y por ello la acusación particular y la fiscalía instaron a investigar los hechos. La mujer ha retirado las imágenes de sus redes sociales pocos días bandos del juicio.

Para proteger la intimidad de la víctima, la fiscalía y la acusación particular pidieron que todo el juicio se celebrase a puerta cerrada. No obstante, los magistrados de la sección 21ª de la Audiencia lo han rechazado de forma general, pero sí lo han aceptado en el caso de la declaración de la denunciante. Además, el tribunal prohíbe la difusión de las imágenes del juicio por parte de los medios de comunicación. Sí se permitirá, sin embargo, hacer unas primeras imágenes y fotografías al inicio de la sesión.

Una mampara separará a la denunciante de Alves durante la declaración de la primera para evitar el contacto visual entre los dos. La grabación de esta declaración será con voz distorsionada e imagen pixelada, por si en el futuro se pudiera filtrar su imagen o voz.

Los medios de comunicación tampoco podrán tomar imágenes de la denunciante o de sus familiares. Durante la vista no se podrá decir su nombre, sino que se hablará siempre de la denunciante y queda prohibida la divulgación de información sobre ella.

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