Memphis Depay, exfutbolista del FC Barcelona, ha sido condenado a cuatro meses de prisión por conducción temeraria en estado de ebriedad. La pena, sin embargo, ha quedado suspendida por el Tribunal Penal de Mónaco, lo que significa que el holandés no tendrá que ingresar en prisión.
Los hechos se produjeron la madrugada del 6 de agosto de 2024, cuando Depay circulaba con su vehículo de alta gama por Mónaco de manera peligrosa. Tras una maniobra imprudente, la policía interceptó el vehículo y realizó un test de alcoholemia al exjugador. Los resultados fueron alarmantes: 1,01 miligramos de alcohol por litro de aire exhalado, según RMC, lo que equivale a más de dos gramos por litro de sangre, unas cantidades muy superiores a los límites legales.
Además de la condena de prisión, el exjugador azulgrana tendrá que pagar una multa de 9.000 euros y se le prohibirá conducir al Principado durante los próximos dos años. Aunque Depay todavía tiene la opción de presentar un recurso contra la sentencia, las probabilidades de éxito parecen remotas, dado el elevado nivel de alcohol que llevaba ingerido.