Pasar de la cantidad a la calidad. Este es el gran objetivo que se ha fijado el consorcio Barcelona Turismo de cara a 2025. En palabras del director general de la entidad, Mateu Hernández, “ya no nos hacen falta más turistas, nos hacen falta de mejores. Queremos turistas de calidad”. Asimismo, Hernández ha tratado con detalle que Barcelona se encuentra en un momento clave para redefinir su relación con el turismo. Esta actividad, como ha mencionado, no sólo es esencial para su economía sino que también es una herramienta potente para proyectar su identidad en el mundo. No obstante, la ciudad afronta el desafío de evolucionar de un modelo centrado en el volumen a otro enfocado en la calidad, con el objetivo de alcanzar un turismo más sostenible y compatible con las necesidades de la ciudadanía.
Barcelona ante el reto del turismo de calidad
La ciudad condal, según el director general de Barcelona Turisme, se encuentra en un momento clave para redefinir su relación con el turismo. Esta actividad, que da trabajo a 150.000 personas, es esencial para la economía local y una herramienta potente para proyectar su identidad en el mundo. Por este motivo, en el nuevo Plan de Acción Turística 2025 se priorizan cinco líneas estratégicas: poner en valor la riqueza cultural, histórica y artística de la ciudad como activo principal; captar visitantes respetuosos que generen un impacto económico y social positivo; mejorar la experiencia del visitante a través de una oferta y unos servicios de calidad; articular el sector turístico mediante colaboraciones con ámbitos como el arte, la música y la gastronomía; y promocionar productos que reflejen la sostenibilidad y la autenticidad local.
Cultura, gastronomía y sostenibilidad como motores
La cultura es el pilar central del nuevo modelo turístico. El 4º teniente de alcaldía y vicepresidente del Comité Ejecutivo de Turismo de Barcelona, Jordi Valls, destaca que “la cultura es una pieza fundamental para el turismo”. Así, Barcelona trabaja para consolidar una oferta cultural única, que incluye exposiciones, conciertos y espectáculos en espacios de referencia como el Gran Teatre del Liceu y el Palau de la Música.
Por otro lado, la gastronomía se presenta como otro de los grandes atractivos de la ciudad. Con Cataluña reconocida como una de las regiones gastronómicas más importantes del mundo, proyectos como el Barcelona Sustainable Gastronomy fusionan cocina de calidad y sostenibilidad.
La sostenibilidad es otro valor fundamental. Se busca demostrar que el turismo puede convivir con la preservación del patrimonio y el respeto por el medio ambiente, generando beneficios para la comunidad local.
Alianzas y promoción internacional
Para atraer este perfil de visitantes, Barcelona Turisme apuesta por alianzas con el sector cultural y artístico, ofreciendo experiencias únicas. La iniciativa Barcelona Art Season tiene como objetivo atraer turistas interesados en el arte, mientras que se mantiene la promoción de eventos como el Mobile World Congress o el uso de servicios como el Barcelona Cruise Card, que busca acercar a los cruceristas al tejido cultural y comercial de la ciudad.
Además, una red de 16 oficinas de atención al visitante complementa los recursos digitales disponibles, con el objetivo de mejorar la experiencia de los turistas y favorecer el consumo local. El consorcio Turismo de Barcelona genera unos ingresos privados de 43,3 millones de euros anuales, reinvertidos en proyectos para impulsar el sector.
Una apuesta de futuro
Barcelona camina hacia un modelo turístico que prioriza la calidad, el impacto positivo y la sostenibilidad. Con esta estrategia, se pretende conseguir un equilibrio entre los beneficios económicos, la preservación del patrimonio cultural y natural y el bienestar de sus ciudadanos. “El turismo no sólo nos conecta con el mundo, sino que también genera orgullo de ciudad”, concluye Mateu Hernández. Con la mirada puesta en el 2025, Barcelona se prepara para liderar un cambio en la manera de entender y gestionar el turismo urbano.