El conseller de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, ha visitado esta mañana las obras del futuro centro abierto de la Zona Franca, que tendrá una capacidad de 800 plazas para acoger a internos en régimen abierto. Ribagorza ha explicado que “las obras avanzan a buen ritmo, de acuerdo con el calendario establecido por el Departamento, y el nuevo centro entrará en funcionamiento en el primer semestre de 2026“.
El conseller ha destacado que “se trata de un equipamiento moderno, sostenible y ecológico que facilitará la transición a la comunidad a los internos, y eso mejorará la cohesión social y la seguridad“. También ha afirmado que “la nueva instalación es una apuesta clara por el medio abierto como la mejor vía de reinserción social para las personas privadas de libertad“.
A la visita también han asistido la secretaria general, Maite Casado; la secretaria de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, Elena Pérez; el director general de Asuntos Penitenciarios, José M. Montero, y el director del Centro de Iniciativas para la Reinserción, Daniel Ortiz.
El medio abierto facilita la reinserción social
Según el último informe del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada, la tasa de reincidencia entre las personas que han pasado por el medio abierto es 11 puntos más baja que la media global, que es de 21,1 %. Concretamente, los excarcelados en tercer grado tienen una tasa del 10,1 %. Esto quiere decir que 9 de cada 10 personas que salen en libertad desde el régimen abierto no vuelven a delinquir.
Un equipamiento moderno, sostenible y ecológico
El futuro centro está diseñado para acoger hasta 800 internos en semilibertad. Actualmente ya está completada la fase de estructura y de cierres, tanto de la zona que se dedicará a las tareas administrativas como la zona de los módulos residenciales, y se están llevando a cabo los acabados interiores y las instalaciones. El coste de la inversión asciende a 35,6 MEUR.
Las nuevas instalaciones se ubican en un solar de 6.500 m2, con una superficie útil de unos 13.000 m2, y están especialmente diseñadas para acoger a personas que cumplen la pena de prisión clasificadas en tercer grado penitenciario; es decir, que sólo duermen en la cárcel entre semana y que de día salen para formarse y trabajar.
El centro acogerá a los hombres que ahora cumplen la pena en tercer grado en las cárceles de Trinidad y Wad-Ras, que suman ambas una capacidad de 600 plazas. Se ganarán, por tanto, 200 camas para internos en semilibertad y se centralizarán en un único espacio la gestión administrativa y las tareas de tratamiento. La puesta en marcha del nuevo equipamiento culminará con el cierre definitivo de la prisión de Trinitat Vella.
Las 800 plazas residenciales del futuro equipamiento estarán dispuestas en dos módulos independientes entre ellos, con una capacidad de 400 internos cada uno, que se distribuirán en cuatro plantas diferentes. Cada módulo dispondrá de un espacio central –el patio–, alrededor del cual se desarrollará la vida diaria de los internos. La planta baja acogerá los espacios comunitarios (comedor, sala de lectura, aulas de formación, sala de televisión) y un área de atención individualizada con despachos de entrevistas para hacer el seguimiento de los internos. En el sótano se habilitarán los aparcamientos y el archivo.
El nuevo centro abierto tendrá un diseño ambiental normalizador, con una visión más residencial de los espacios, propia del cumplimiento de la pena en tercer grado, que prescinde de los elementos de seguridad de un centro cerrado, como muros, rejas o concertinas. También será un edificio sostenible, con el objetivo de “consumo cero”. Para conseguirlo, dispondrá de la energía renovable procedente de geotermia y placas solares, así como de aislamiento térmico en las cubiertas, ventanas, puertas o fachadas, entre otros. Se ha pensado también para que sea un edificio ecológico con certificación BREEAM, lo que implica acciones en la fase de diseño y de ejecución de la obra, en aspectos relacionados con los residuos, la contaminación, el transporte y, muy especialmente, el agua, entre otros.