La Audiencia de Barcelona ha condenado a 30 años y nueve meses de prisión al hombre que en enero de 2020 mató a su mujer en Sant Joan Despí (Baix Llobregat) y después le robó dinero de las tarjetas. Además, quiso huir a Punta Cana (República Dominicana), pero fue arrestado. El jurado popular lo consideró culpable de asesinato por golpear innecesariamente a la mujer y asfixiarla con una bolsa de plástico atada al cuello. Tras el crimen se hizo con sus tarjetas y llaves bancarias e intentó robarle dinero y hacer varias compras. El hombre, además, hacía meses que maltrataba a la víctima.
Según considera probado la Audiencia a raíz del veredicto del jurado, desde el verano de 2019 el acusado inició una relación sentimental con la víctima, y fue a vivir a casa de ella y la hija menor de edad de ella, en Sant Joan Despí. Durante la convivencia el acusado mostró actitudes de hostilidad y agresividad verbal e instauró un clima de dominación e imposición, con gritos constantes, desprecios, insultos y vejaciones continuadas en un contexto de control y voluntad de aislamiento social y familiar de su pareja. Estas conductas se fueron generalizando poco a poco, y el acusado sometió a la mujer a ataques y agresiones físicas, como forcejeos y empujones, y psíquicas, siempre en el domicilio familiar y delante de la hija pequeña.
La mañana del 27 de enero de 2020, mientras la mujer estaba en su casa, el acusado golpeó a la mujer repetidamente en la cara y la cabeza y le ató una bolsa de plástico en el cuello con una cuerda, lo que le provocó la muerte por asfixia. El cadáver de la mujer presentaba golpes también en los brazos, las manos y los muslos. Según el jurado, el hombre la golpeó de forma innecesaria para matarla, causándole un sufrimiento extremo.
A continuación el hombre robó joyas, dispositivos electrónicos, el teléfono móvil, documentación, objetos personales, tarjetas bancarias y llaves de la banca digital de la mujer, además de su coche. Desde el mismo domicilio de la víctima intentó retirar 15.000 euros de las cuentas de la mujer y consiguió transferir 3.000 euros de la cuenta de una empresa de su pareja a su cuenta personal.
Tras matar a la mujer y marcharse del domicilio con el coche de ella intentó sacar dinero de cajeros con las llaves bancarias de la víctima, y pagó varios servicios. En concreto sacó 400 euros de una cuenta, pagó 35 euros a un hostal e hizo otros intentos infructuosos. También intentó realizar varias operaciones para obtener datos bancarios, cambios de cuentas, cambios de límite de disposición o cambios de contraseña, entre otros. La madrugada siguiente fue a la T1 del aeropuerto de El Prat e intentó comprar un billete de avión hacia Punta Cana (República Dominicana), además de intentar hacer compras por valor de 457 euros.
Por todo ello, la Audiencia le condena a 30 años y nueve meses de prisión., aunque el límite máximo de cumplimiento serán 30 años, por asesinato con cotejo y traición para facilitar y evitar el descubrimiento de otro delito, maltrato habitual, estafa continuada y robo con violencia en casa habitada, con la atenuante de dilaciones indebidas y las agravantes de parentesco y discriminación por razón de género. También tendrá que pagar cerca de 630.000 euros en indemnizaciones a los familiares de la víctima y a las empresas afectadas.
Tampoco podrá acercarse ni comunicarse con los familiares de la víctima durante 39 años, siete años de libertad vigilada y prohibición de tenencia de armas durante tres años. En cambio ha sido absuelto de un robo con violencia en casa habitada de 2019 y de un delito continuado de descubrimiento y revelación de secretos.