La mujer que este lunes ha muerto asesinada por su pareja ya sufrió malos tratos por parte de una anterior expareja, que fue condenada por matar a su padrastro en 2018.
La víctima es una mujer de 45 años en una situación “de alta vulnerabilidad”, según ha explicado Pilar Bernabé, la delegada del gobierno español en la Comunidad Valenciana.
También ha añadido que la víctima no solo sufría malos tratos de su actual pareja, sino que en 2018, una expareja ya mató a su padrastro.
En ese momento, la mujer ya formaba parte del sistema Viogén y estaba monitoreada por las autoridades.
Estaba protegida en un centro por esta misma circunstancia, pero cuando su pareja de entonces fue a buscarla a casa de sus padres, no la encontró.
A cambio, retuvo a su madre, a la hija y al padrastro, a quien finalmente mató.
Con la pareja actual no había ninguna orden de alejamiento ni ninguna prohibición de comunicación activas, ya que las que tenía a raíz de una sentencia judicial vencieron en febrero de 2023.
De hecho, desde entonces, la pareja había vuelto a convivir junta.
El hombre confesó este lunes en una comisaría de los Mossos d’Esquadra en Barcelona haber matado a la mujer, explicó que su cuerpo estaba en su casa, en Castellón, y se entregó.
Ha quedado detenido.
Acumula tres sentencias por delitos de amenazas, malos tratos y quebrantamiento de condena respecto de la víctima.
La víctima tenía dos hijos, una chica de 24 años y un niño de 14 años, que están recibiendo atención psicológica y están con la madre de la víctima, es decir, su abuela.