Santiago Posteguillo, reconocido escritor valenciano, ganador del Premio Planeta 2018, ha levantado su voz para criticar la inacción de las autoridades tras la devastadora DANA que el pasado 29 de octubre golpeó la localidad de Paiporta y otras zonas cercanas. Residente en una de las áreas más afectadas, Posteguillo ha compartido su experiencia angustiosa en una conferencia celebrada en el Senado, donde no ha dudado en señalar la “miseria” de las respuestas institucionales.
Durante su intervención, el escritor ha relatado cómo vivió la catástrofe desde su casa, a solo 50 metros del barranco de El Poyo, que se desbordó rápidamente. Posteguillo ha lamentado que las autoridades no ofrecieran ayuda inmediata, lo que agravó la situación de los afectados. “Vamos a ir a dormir sin luz ni agua, pensando que al alba estarían allí la Guardia Civil, los Bomberos, el Ejército… Pero por la mañana no había nadie”, ha relatado, visibilizando la desolación vivida en las primeras horas después de la tormenta.
A lo largo de su relato, el escritor ha destacado la desesperación que sintió al ver cadáveres por las calles, como el de una joven vecina de origen chino, velada por su madre en medio de la plaza. “¿Cómo puede ser que en 48 horas no venga nadie? ¿Alguien me lo puede explicar? ¿En pleno siglo XXI?”, ha dicho, cuestionando duramente la eficacia de las respuestas institucionales ante una tragedia de tal magnitud.
Posteguillo, que ha reconocido su posición privilegiada en comparación con muchos otros afectados, ha subrayado que las personas mayores y aquellos que vivían en plantas bajas se encontraron con obstáculos aún mayores para obtener las ayudas necesarias. En este sentido, ha criticado que la burocracia y la falta de organización hubieran dejado a los más vulnerables a su suerte, sin respuestas por parte de las instituciones. “¿Cómo se puede ser tan miserable? No tienen ni idea de lo que está pasando la gente”, ha exclamado, visiblemente indignado.
El escritor también ha mencionado a los voluntarios que, con recursos limitados, llegaron a ayudar en las zonas devastadas, pero ha insistido en la importancia de recalcar que la tarea era inmensa y que el pueblo, armado únicamente con palas, no podía hacer frente a la magnitud de los daños. “Se necesitan medios, se necesita acción. La respuesta institucional ha sido decepcionante y falta de humanidad”, ha añadido, al tiempo que ha alertado sobre los peligros de las enfermedades infecciosas debido a la falta de limpieza de las calles.
Posteguillo ha cerrado su intervención haciendo una crítica generalizada a la clase política, comparando la situación actual con los conflictos del pasado. “Los políticos del siglo XXI apuñalan al pueblo”, ha afirmado, evocando el doloroso legado de una España que, según él, “nos está hinchando el corazón”.
