Dos niños, de padres diferentes, han tenido que ser rescatados tras quedarse encerrados en sus respectivos coches y que los progenitores no tuvieran las llaves. Los dos rescates se han producido en el transcurso de una semana y en el mismo municipio.
El primero de los rescates se llevó a cabo el pasado 3 de febrero en Rojales, en Alicante, cuando la Policía Local recibió un aviso de una vecina de que había un menor dentro de un coche, cerrado, y que su padre no lo podía abrir.
Hasta el lugar se acercó una patrulla que tuvo que romper la luna del coche para poder abrirlo y extraer al menor, que se encontraba bien de salud.
Solo una semana después, el 10 de febrero, la Policía Local recibió un aviso muy similar. Otra vecina llamó alertando de que un niño se había quedado encerrado dentro de un coche cerca del CAP, después de que al padre se le cerrara el vehículo y no lo pudiera abrir.
Otra patrulla de la Policía Local se trasladó al lugar y repetir el mismo ‘modus operandi’: rompió la luna más alejada del menor y lo pudieron rescatar, también sano y salvo.
La Policía ha tenido que hacer un comunicado ante dos episodios de estas características tan seguidos en el tiempo, para recordar a los padres que no es recomendable dejar a los niños en el interior de un vehículo, ya que podrían enfrentarse a un posible delito de abandono de menores.
Además, recuerdan que en estas dos ocasiones el final ha sido satisfactorio, pero otros casos similares “no han acabado bien”, sea porque algunos vehículos han sufrido robos con niños en el interior o porque los niños se han quedado cerrados durante horas, llegando incluso a perder la vida en condiciones extremas de calor.